Posted by: Nycticorax

CRIADOR:
Más fácil es salvarse
con la gracia de Dios, que condenarse.

CRIATURA:
¿Fácil, Señor? ¿Cómo, Señor?

CRIADOR:
Queriendo.

CRIATURA:
¿Y cómo haré para querer?

CRIADOR:
Orando.

CRIATURA:
¿Y para siempre orar?

CRIADOR:
Siempre queriendo,
y sin intermisión conmigo hablando.
Facere nil potestis sine Me
sed omnia potest qui confortat te.
Orar siempre podrás y no hay disculpa.

CRIATURA:
¿Si te lo pido, oh Dios?

CRIADOR:
Te salvaré.

CRIATURA:
¿Y si dejo de orar?

CRIADOR:
Será tu culpa.

CRIATURA:
¿No es un mar esta vida de dolor?

CRIADOR:
Si te condenas, sí.

CRIATURA:
¡Soy libre, puedo condenarme, horror!

CRIADOR:
Pero Yo estoy aquí.

CRIATURA:
Estás aquí en mi pecho, espero, sí.

CRIADOR:
Mas me puedes perder.

CRIATURA:
Yo no te soltaré, ya que te así.

CRIADOR:
Así debes hacer.

CRIATURA:
¿Cuándo tendré, Señor, seguridad?

CRIADOR:
En esta vida, no.

CRIATURA:
Hágase en todo vuestra voluntad.
¿Cuándo, Señor? ¿Oh, cuándo?

CRIADOR:
Cuando lo quiera Yo.

CRIATURA:
Gozo y dolor, temor y amor, mixtura
es esta vida y no quietud ni horror.
La ciega fe, cual una roca dura
y la esperanza de oro me asegura
-alzo los ojos y la veo, pura
estrella de oro de mi noche oscura-.
La caridad echa fuera el temor…

CRIADOR:
Ora levántate como un león
y ve a luchar tus luchas con tesón
y paz -que ya el buen lego fray Lidón
tocó al fin de la hora de oración…

En el nombre del Padre y el Hijo
y el Espíritu Santo. Amén.

Fuente: P. Leonardo Castellani, El libro de las oraciones, Ed. Dictio

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