Hay que orar con confianza (III)

Posted by: Ioseph

Orar 02 (02)

San Pablo nos exhorta a la confianza con estas fervorosas palabras: Lleguémonos confiadamente al trono de la gracia, a fin de alcanzar misericordia y hallar el auxilio de la gracia para ser socorridos a tiempo oportuno. El trono de la gracia es Jesús. Sentado está ahora a la diestra del Padre, no en trono de justicia, sino en trono de gracia, para darnos el perdón si vivimos en pecado, y la fuerza para perseverar si gozamos de su divina amistad. A ese trono hemos de acudir siempre con confianza, con aquella confianza que proviene de la fe que tenemos en la bondad y en la fidelidad de Dios, confianza firme e invencible, ya que se apoya en la palabra del Señor que ha prometido oír la oración de aquellos que de tal manera le rezaren.

Aquel que por el contrario se pone a orar con duda y desconfianza esté seguro que nada puede recibir. Así lo asegura el apóstol Santiago:
El que anda dudando es semejante a la ola del mar, alborotada y agitada por el viento, de acá para allá. Así que un hombre tal no tiene que pensar que ha de recibir poco ni mucho del Señor. Nada alcanzará, porque la necia desconfianza que turba su corazón será un obstáculo para los dones de la divina misericordia. No pediste bien, dice San Basilio, cuando pediste con desconfianza. Y el profeta David dice que nuestra confianza debe ser firme como montañas que no se mueven a capricho de los vientos. Los que ponen su confianza en el Señor estarán firmes como el monte de Sión, que no se cuarteará jamás.

Oigamos, por tanto, el divino consejo que nos da nuestro Redentor, si de veras queremos obtener las gracias que pedimos.
Todas cuantas cosas pidierais en la oración, tened viva fe de conseguirlas, y sin duda se os concederán sin falta.

Fuente: San Alfonso María de Ligorio, El gran medio de la oración