La Virgen Morenita

Posted by: Lotario de Segni

Virgen del Valle 01 (01)

Han pasado ya más de tres siglos desde que la portentosa imagen de Ntra. Sra. Del Valle, cual visión deslumbradora del Infinito, se dejó ver por primera vez en el escarpado cerrito de Choya, a corta distancia de la actual capital de Catamarca.
Traía como misión hechizar el corazón del indio, fuerte, salvaje y feroz que poblaba aquellas regiones, no menos que proteger a sus hijos cristianos, los escasos españoles que, al pretender colonizar la tierra y civilizar al indígena, en lucha desigual sostenían guerra a muerte.
 
Manuel de Salazar, modesto colono hispano, fue el que descubrió la imagen en el cerrito de Choya y asimismo, el primero que le tributó los homenajes de su filial amor y ferviente devoción. Juntamente con él, la incipiente colonia hispana la aclama por Madre, Patrona y Protectora contra las asonadas y malones de la indiada feroz que quiere exterminar a los cristianos. Son, en fin, los propios indios que, testigos de la evidente protección dispensada por la Virgen a los españoles, quieren también ellos rendirle homenaje de pleitesía.
 
Así fue dado contemplar la Sagrada Imagen en constante desarrollo, como una sonrisa angelical, primero en casa de Salazar y luego, desde 1630, en la primera capilla que le fue levantada en el Valle Viejo.
A causa de los innumerables y sorprendentes prodigios obrados por la Sagrada Imagen, el 18 de junio de 1638 el obispo de San Miguel de Tucumán, Fray Melchor de Maldonado y Saavedra, dio un decreto creando la
“Cofradía de la Purísima Concepción” en el Valle de Catamarca.
 
El pueblo catamarqueño, tan ostensiblemente favorecido, supo mostrarse agradecido a su celestial protectora, jurándola su ínclita Patrona el 18 de diciembre de 1688; juramento este que dos siglos más tarde, el 18 de diciembre de 1888, fue renovado en acto solemnísimo por al pueblo de la Provincia.
Como digna culminación de los honores oficiales a la Virgen del Valle, el 12 de abril de 1891, la Sagrada Imagen fue coronada por especial decreto de S.S. León XIII. Y a los cincuenta años de este magno acontecimiento tuvieron lugar solemnes festejos conmemorando tan memorable ocasión.
La irradiación que emerge del Santuario de Catamarca ha alcanzado los confines de las provincias norteñas y aún traspasa las fronteras de la Patria.

Fuente: Anuario de la Acción Católica, 1946