Las crisis de la fe: I. En Dios

Posted by: Nycticorax

Dios Padre 01 (02)

Decía el entonces Cardenal Joseph Ratzinger que había cuatro crisis de la fe.

I. Crisis de la fe en Dios

He aquí, pues, según la diagnosis del Cardenal, que hay ante todo, y en el fondo de todo, una crisis de la fe en Dios, en la Primera Persona Trinitaria, en el Dios Padre Creador.
“Temiendo, naturalmente que sin razón, que el Padre pueda oscurecer al Hijo, cierta teología tiende hoy a resolverse en Cristología. La cual -entre otras cosas- subraya a menudo sobre todo la naturaleza humana de Jesús, oscureciendo o silenciando (o declarando de modo insuficiente) la naturaleza divina, que convive en la misma Persona. Es el retorno de la antigua herejía arriana. En una sociedad que, después de Freud, desconfía de todo padre y de todo paternalismo y que, con el feminismo extremo, quiere nada menos que rebautizar en femenino el nombre de Dios, se explica incluso esta crisis del Padre en cuanto Primera Persona de la Trinidad”.

“Se lo rechaza”
, continúa, “también porque no se acepta la idea de un Dios al que hayamos de dirigirnos de rodillas; se prefiere hablar más bien de 'partnership', de relación de amistad, casi entre iguales, de hombre a hombre, con el hombre Jesús. Se tiende, además, a dejar aparte el aspecto de Dios Creador, porque se quieren evitar así los problemas que se derivan de la relación entre fe en la creación y ciencias naturales, que comienzan con las perspectivas abiertas por el evolucionismo. Así se ofrecen nuevos textos para la catequesis que parte, no de Adán y Eva, en el comienzo del libro del Génesis, sino de la vocación de Abraham: concentrándose todo en la historia y evitando el enfrentarse con el ser.”

“Y de este modo, reduciéndolo todo al sólo Cristo -y quién sabe si sólo al hombre Jesús-, Dios ya no es Dios. De hecho, parece que cierta teología no cree en un Dios que pueda entrar en las profundidades de la materia: de donde surgen dudas sobre los aspectos “materiales” de la revelación, como la virginidad de María, la Resurrección concreta y real de Jesús, la resurrección de los cuerpos prometida a todos, en el fin de la historia. ¿No es cierto que el Credo comienza confesando: “Creo en un solo Dios, Padre, omnipotente, Creador del cielo y de la tierra, de todas las cosas visibles e invisibles”? Esta fe primordial en el Dios que crea constituye el clavo del que penden todas las otras verdades de la revelación. Si vacila, cae todo por tierra”.

Fuente: Vittorio Messori, Informe sobre la fe, Revista Verbo, Nº 254