Los siete vicios capitales y sus remedios. IV La envidia.

Posted by: Lotario de Segni

Jose vendido por sus hermanos 01 (01)
José vendido por sus hermanos

(IV) La envidia

La envidia nos contrista a causa del bien ajeno, como si nos hubiese sido arrebatado o representara una mengua para nosotros. Más que una debilidad es propiamente una bajeza. No debe confundirse con el deseo de poseer un bien que también otros poseen. Es un vicio propio de los temperamentos biliosos -el envidioso es consiguientemente exclusivista- y de los temperamentos linfáticos. De ahí que los niños, dotados ordinariamente de este temperamento, sean propicios a dicho vicio. En el melancólico la envidia es algo crónico; en las mujeres reviste todas las formas de los celos.

La envidia se manifiesta de diversos modos: en la antipatía hacia alguna persona cuyos éxitos o suerte nos enojan; en el temor de vernos postergados; en el interés por excluir a los demás o a ciertas personas de un bien que poseemos o ambicionamos.

Remedios:
1) recordar que la envidia se ceba en la virtud, como la herrumbre, y es el peor suplicio del mismo envidioso.
2) practicar la caridad benigna y generosa, especialmente hacia los que tienen estos sentimientos tan envilecedores.
3) recordar que nuestro Padre Celestial es caridad y que Nuestro Señor Jesucristo rogó por sus propios verdugos.

Fuente: R.P. Víctor Lithard C.S.Sp., Curso de teología pastoral, Editorial Litúrgica Española, 1933