Santidad Argentina (XXXI)

Posted by: Corim

Vble Maria Crescencia Perez 15 (16)

Beata María Crescencia Pérez. Última entrega.

En el capítulo anterior hemos considerado el hallazgo del cuerpo incorrupto de la nueva Beata, luego de 35 años de su muerte. Para completar esa información diremos que el estado actual del cuerpo de Sor Crescencia, si bien ha sufrido humedad por la rotura de la tapa de zinc que cubría el cuerpo, éste se conserva en estado incorrupto en gran parte del mismo, con los ojos entreabiertos y con flexibilidad en todos sus miembros.

El Doctor Carlos Pelliciota da este testimonio por escrito luego de una exhumación en el año 1982:
“En el caso de la Hermana María Crescencia Pérez, con los ojos de la Fe y a título personal doy testimonio de estar ante un hecho que escapa a fenómenos habituales o naturales. Teniendo conocimiento de que su efímera existencia fue como un rayo de luz en la tierra no me queda ninguna duda de que he estado ante los restos mortales de un alma que goza infinitamente la presencia de Dios en el Cielo”.

Llegados ya a este punto final de la serie en donde hemos tratado de poner al alcance de todos la vida de esta compatriota nuestra que la Santa Madre Iglesia nos dio como modelo de perfección, sólo resta dar gracias a Dios que en su infinito Amor escogió a esta humilde mujer argentina para colmarla con sus dones y dárnosla como ejemplo de que es posible llegar a la santidad, contra lo que comúnmente se escucha que
la perfección de vida no es para todos, que esa meta es inalcanzable para un ser humano, en definitiva que la santidad es sólo para algunos y en raras ocasiones. No es así. Dios nos está mostrando que todos, absolutamente todos, estamos llamados a la santidad.

Obviamente esto sólo se logra con la ayuda de Dios. Nuestra parte radica en
“querer ser santo”, dar nuestro “sí” como lo dio María Crescencia, como lo dio el Cura Brochero, como lo dio la Madre Benita Arias. Dar un sí a lo que Dios me está pidiendo en concreto en este momento, en la realidad que tengo ante mis ojos, ya sea hechos pequeños como lavar un piso o planchar una camisa por amor, hasta ser cristianos coherentes en la política, la economía o la medicina, etc.,etc.

Otro punto que podemos meditar, es lo que está pasando con nuestra patria. Si vemos la triste realidad de esta Argentina de hoy que se separa cada vez más de Dios, que lo niega, lo desplaza de todos su ámbitos, etc.; si tenemos en cuenta todo esto, debemos quedar perplejos ante el Amor de Dios por este pueblo, ya que, a pesar de todo, suscita precisamente en este tiempo nuevas figuras de santidad en nuestra patria: este año la Iglesia va a elevar a los altares también al Cura Brochero, cuya causa de Beatificación fue iniciada hace muchos años atrás, pero es en nuestros días en que llega a su término; ¿casualidad? No, es el designio del Amor Infinito y providente de Dios que no nos deja de sus manos a pesar de nuestra maldad, y que nos debe llevar a dar nuestro “sí” a su amor para poder comenzar a obrar también en cada uno de nosotros frutos de verdadera santidad.