Nuestra Señora del Carmen
Posted by: Juan Sobiesky
Ayer celebramos la Memoria de Nuestra Señora del Carmen. Veamos una breve descripción de esa fiesta.
San Simón Stock, de noble familia inglesa, se retiró del mundo a la temprana edad de doce años, en la soledad de un bosque. Durante veinte años, el hueco de una encina, con un crucifijo y una estatua de María por todo ornato, le sirvió de retiro.
El Exámen de conciencia (II)
Posted by: Laudem Gloriae
Santo Domingo rezando (El Greco, detalle)
Un alma de vida interior, libre ya del pecado mortal, en sus exámenes de conciencia más que ir en busca de todas las faltas cometidas, buscará el grado de voluntariedad que hubiere en ellas, aunque se trate de solas imperfecciones, porque lo que precisamente impide el progreso espiritual y la unión con Dios son las faltas deliberadas. El alma tratará de indagar con todo cuidado la causa y el motivo de tales faltas, y así frecuentemente llegará a concluir que, aunque sus culpas externamente son diversas -faltas contra la caridad, contra la paciencia, contra la obediencia, contra la sinceridad-, en realidad provienen de una sola causa y tienen una raíz común, por ejemplo, el orgullo o la pereza.
Leer más...Debemos agradecer la Comunión
Posted by: Nycticorax
Y si me preguntas en que podrás mejor ocupar el tiempo que se sigue a la Comunión, digo que en alabanzas y ejercicios de amor de Dios.
Porque, como dice San Bernardo, aquí son los abrazos, aquí los besos de paz más dulces que todos los panales de miel y aquí, finalmente, es la dulce unión del alma con el Esposo celestial. Por tanto, aquí principalmente tiene lugar el ejercicio de aquellas santas aspiraciones, que no son otra cosa que actos de caridad y deseos entrañables de aquel sumo bien, cuales eran los del Profeta cuando decía: Diligam te, Domine, fortitudo mea, etc (Que yo te ame, Señor, mi fortaleza). Y cuando decía: Sicut cervus desiderat ad fontes aquarum, ita desiderat anima mea ad te, Deus, etc (Como el ciervo desea las fuentes de agua, así te desea mi alma a Ti, mi Dios)
El Examen de conciencia (I)
Posted by: Laudem Gloriae
Proyecta, Señor, sobre mi alma un rayo de tu luz para que me vea como Tú me ves y me juzgas.
Si queremos asegurar a nuestra vida interior un desarrollo ordenado y progresivo, es necesario que tengamos conciencia de nuestras propias posiciones, o sea, de nuestros pecados, de los puntos débiles y malas inclinaciones, así como de los progresos realizados, de los buenos resultados obtenidos y de nuestras buenas tendencias. Esto se consigue por medio del llamado examen de conciencia, que bajo este punto de vista, debe ser considerado como uno de los ejercicios más importantes de la vida espiritual, pues ayuda al alma a eliminar todo aquello que puede obstaculizarla en su camino hacia Dios, estimulándola a acelerar su marcha hacia Él.
El retiro de la Iglesia I
Posted by: Lotario de Segni
-¿Creen ustedes que antes del fin vendrá una gran apostasía?
-Eso es de fe -intervino Mungué-. San Pablo lo dice y Nuestro Señor mismo lo afirmó: “Cuando Yo vuelva, ¿Creéis que hallaré fe en la tierra?”
-¿Creen ustedes que una apostasía general sería posible si la Iglesia estuviera vigente, llena de pureza, de justicia de caridad y de luz? Es imposible. La gran apostasía hace concebible la gran persecución; pero la gran apostasía no es concebible sin una gran contaminación…
Necesidad de la castidad y pobreza sacerdotal (II)
Posted by: Lotario de Segni
San Juan María Vianney, el Cura de Ars
Importantes moniciones del Papa Pío XII dirigidas a los sacerdotes, pero que bien pueden aplicarse, proporcionalmente, a todo fiel.
(Segunda parte: pobreza)
Pero no juzguéis que sea bastante el que por la castidad hayáis renunciado a todos los placeres de la carne, y que por vuestra obediencia hayáis sometido plenamente vuestra voluntad a vuestros superiores; necesario es, asimismo, que vuestro espíritu se halle cada día más alejado de las riquezas y de las cosas terrenales. Una y otra vez os exhortamos, amados hijos, a que no améis demasiado las cosas caducas y perecederas de este mundo; procurad, más bien -con suma veneración-, tomar como modelos a los grandes santos de tiempos pasados y de los nuestros; pues ellos, uniendo la renuncia necesaria de los bienes temporales a una suma confianza en la divina Providencia y al más ardiente celo sacerdotal, realizaron las obras más admirables confiados tan sólo en Dios que nunca niega los medios que sean necesarios.