Hay que orar con humildad (I)
Posted by: Ioseph
San Francisco de Asís
Escucha el Señor bondadosamente las oraciones de sus siervos, pero sólo de sus siervos sencillos y humildes, como dice el Salmista: Miró el Señor la oración de los humildes. Y añade el apóstol Santiago: Dios resiste a los soberbios y da sus gracias a los humildes. No escucha el Señor las oraciones de los soberbios que sólo confían en sus fuerzas, antes los deja en su propia miseria, y en ese mísero estado, privados de la ayuda de Dios, se pierden sin remedio.
Leer más...La práctica de la humildad (VII)
Posted by: Ioseph
“Dios puede servirse incluso de una vara para hacer brotar el agua de una roca”
Acude a la oración persuadido de tu indignidad y bajeza y lleno de un temor sagrado por la presencia de la suprema Majestad, cuya protección te atreves a implorar. ¿Hablaré a mi Señor yo que soy polvo y ceniza?
Leer más...Seas hombre de oración
Posted by: Ioseph
San Pedro de Alcántara
Como dice Santo Tomás, no es otra cosa devoción sino una prontitud y ligereza para bien obrar, la cual despide de nuestra alma toda dificultad y pesadumbre y nos hace prontos y ligeros para todo bien. Porque es una refección espiritual, un refresco y rocío del cielo, un soplo y aliento del Espíritu Santo y un afecto sobrenatural; el cual, de tal manera regla, esfuerza y transforma el corazón del hombre, que le pone nuevo gusto y aliento para las cosas espirituales, y nuevo disgusto y aborrecimiento de las sensuales.
Leer más...El recuerdo y la invocación de la Virgen María
Posted by: Ioseph
Es justo acordarse siempre de la gloriosa Virgen María, la Madre Bendita de Jesús, a cuyos méritos y oraciones debes encomendarte cada día, y a la cual tienes que recurrir en todas tus necesidades, como recurre a su querida madre un hijo golpeado y herido.
Leer más...Oración a Jesús Sacramentado
Posted by: Ioseph
Señor mío Jesucristo, que por amor a los hombres estáis día y noche en este Sacramento, lleno de misericordia y amor, esperando, llamando y acogiendo a cuantos vienen a visitaros; creo que estáis presente en el Santísimo Sacramento del Altar; os adoro desde el abismo de mi nada, os doy gracias por todos los beneficios que me habéis hecho, y especialmente por haberos dado todo a mí en este Sacramento, por haberme concedido por abogada a María, vuestra Madre Santísima y por haberme llamado a visitaros en este lugar santo.
Leer más...Los ojos puestos en el cielo
Posted by: Ioseph
¡Oh, si frecuentemente levantásemos los ojos al cielo, cuánto se encenderían nuestros corazones en el amor de las santas virtudes! ¡qué sueltas y prontas quedarían nuestras manos para empresas grandes y fuertes! El cielo puesto ante nuestros ojos arma nuestras manos para valerosas empresas, dice S. Juan Crisóstomo.
Leer más...Con María siempre y en todo hay esperanza (III)
Por Un Monje Benedictino
Tanto en el Génesis como en el Apocalipsis, Dios da como esperanza de salvación a una Mujer cuyo Hijo vencerá todos estos males: en el Génesis es una Mujer prometida; en el Apocalipsis, es la llegada de esa Mujer que cumple la promesa. En el primero la promesa en esperanza, en el segundo, la promesa cumplida.
Leer más...Con María siempre y en todo hay esperanza (II)
Por Un Monje Benedictino
En las Sagradas Escrituras hay dos momentos extremos, dos situaciones límites de la humanidad, después de los cuales todo parece estar perdido para siempre; un cataclismo definitivo, la destrucción de todo lo creado donde reinan y dominan la angustia, la desolación, las lágrimas, sombras de muerte, todo cae en el abismo.
Leer más...Con María siempre y en todo hay esperanza (I)
Por Un Monje Benedictino
Hoy celebramos la Solemnidad de Ntra. Sra. de Luján, Patrona de la Argentina, que es la Inmaculada Concepción. Y no es casual que Ntra. Sra. de Guadalupe, Patrona de América, sea también la misma Inmaculada Concepción. Ambos signos son el mismo y único Signo fundamental de la Mujer que describe San Juan en el Apocalipsis, en quien la Iglesia, y la tradición expresada en la liturgia, contemplan el misterio de la Inmaculada con todo su fulgor.
Leer más...Profetas verdaderos y falsos
Posted by: Lotario de Segni
Profeta es una voz griega, y designa al que habla por otro, o sea en lugar de otro; equivale por ende, en cierto sentido, a la voz “intérprete” o “vocero”.
En el hebreo se designa al profeta con dos nombres muy significativos: el primero es “nabí” que significa “extático”, “inspirado”, a saber por Dios.
Vivir para Dios
Posted by: Laudem Gloriae
«Obrar con el fin purísimo de agradar únicamente a Dios, no queriendo, si fuera posible, que jamás el ojo humano fuera testigo», fue el programa de Santa Teresa Margarita del Corazón de Jesús, la Santa de la vida oculta. Queriendo reservar sólo para Dios la donación completa de sí misma, fue celosísima en esconder a los ojos de las criaturas la riqueza de su vida interior, el heroísmo de sus virtudes, de tal modo que su vida fue la realización plena de aquella fórmula: «vivir sola con Dios solo».
Leer más...Diálogo del Criador y la criatura (II)
Posted by: Nycticorax
CRIADOR:
Más fácil es salvarse
con la gracia de Dios, que condenarse.
CRIATURA:
¿Fácil, Señor? ¿Cómo, Señor?
CRIADOR:
Queriendo.
La vida escondida
Posted by: Laudem Gloriae
¡Oh Jesús, Dios escondido! Enséñame el secreto de la vida oculta.
A lo largo de su vida terrena Jesús se complació en esconder su divinidad bajo las apariencias humanas. Si exceptuamos alguna rara ocasión, no permitió jamás, especialmente durante los treinta años que precedieron a su apostolado, que su persona trasparentase su grandeza, su sabiduría, su omnipotencia divina.
San Atanasio, campeón de la ortodoxia
Posted by: Lotario de Segni
San Atanasio nació hacia el año 295, probablemente en Alejandría, de una familia cristiana de origen griego. Alejandría era por aquel entonces un punto de encuentro de razas y religiones. Pulularon allí los confesores de la fe, que fueron torturados, golpeados, colgados del techo sin poder apoyar los pies.
Leer más...El camino para llegar al Reino
Posted by: Lotario de Segni
Amar el orden del mundo y usar de todas las cosas en vista de ese orden, tal es el fin de la vida según San Agustín. Pero el verdadero sentido de ese orden sólo el cristiano puede descubrirlo. El estado de naturaleza caída hace imposible, para el hombre librado a las únicas fuerzas de su razón, hallar el camino que conduce a la vida en la paz del amor a Dios.
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