Fin del hombre

Siete consideraciones para cada día de la semana (I.b)

Posted by: Ioseph

San Luis Gonzaga 01 (06)
San Luis Gonzaga meditando

DOMINGO: Fin del hombre (continuación)

3. A este propósito, quiero hacer observar un lazo temible, de que se sirve el demonio para perder a un gran número de cristianos: es el de permitirles que se instruyan en la Religión, impidiéndoles después que la practiquen. Saben perfectamente que Dios los ha creado para amarle y servirle, y se diría que emplean el tiempo en buscar su eterna perdición. En efecto, ¿a cuántos no vemos en el mundo ocupados en pensar en todo, excepto en su salvación?
Si se le dice a un joven que frecuente los sacramentos, que haga un poco de oración, al momento contesta:
“Tengo otras cosas que hacer, tengo que trabajar, tengo que divertirme...” ¡Oh infeliz! Y ¿no tienes un alma que salvar?

En cuanto a ti, joven cristiano que lees esta consideración, no te dejes engañar por el demonio, y promete a Dios que todas tus palabras, tus pensamientos y tus acciones se dirigirán a la salvación de tu alma; porque sería grave imprudencia ocuparte tan seriamente en lo que debe concluir tan pronto y olvidar la eternidad que no tiene fin. San Luis Gonzaga, que hubiera podido gozar de los placeres, de los honores y de las riquezas de la tierra, renunció a esos bienes efímeros, diciendo:
"¿De qué me sirven estas cosas para la vida eterna? Quid haec ad aeternitátem?".

Concluye, pues, así esta consideración:
“Tengo un alma: si la pierdo, lo pierdo todo. Aun cuando ganara el mundo entero con detrimento de mi alma, ¿de qué me aprovecharía?
Quid énim pródest hómini, si múndum univérsum lucrétur, ánimae vero suae detriméntum patiátur? Si llego a ser un hombre rico y sabio hasta poseer todas las ciencias y todas las artes del mundo, y pierdo mi alma, ¿de qué me habrá servido? La misma sabiduría de Salomón no me valdría de nada, si me condenase.
Dios me ha creado para salvar mi alma, y quiero salvarla a toda costa; esta alma será, pues, de hoy en adelante, el único fin de todas mis acciones. Se trata de ser o eternamente feliz o eternamente desdichado: estoy resuelto a perderlo todo para salvarme. Dios mío, perdonadme mis pecados y no permitáis que tenga jamás la desgracia de ofenderos de nuevo; ayudadme con vuestra santa gracia, a fin de que pueda amaros y serviros fielmente en lo porvenir. María, esperanza mía, rogad por mí”.

Fuente: San Juan Bosco, La juventud instruida

Siete consideraciones para cada día de la semana (I.a)

Posted by: Ioseph

Alegoría de la muerte 01 (01)
Alegoría de la muerte

l. Domingo: Fin del hombre.
2. Lunes: El pecado mortal.
3. Martes: La muerte.
4. Miércoles: El juicio.
5. Jueves: El infierno.
6. Viernes: La eternidad de las penas.
7. Sábado: El Paraíso.

Como deseo mucho, hijos míos, que todos los días tengáis un rato de lectura piadosa, os ofrezco una corta consideración para cada día de la semana, y espero que la leeréis atentamente, dado caso que no tengáis otro libro más apropiado para ello.
Después de haberos arrodillado decid lo siguiente:
Dios mío, me arrepiento de todo corazón de haberos ofendido; concededme la gracia de conocer bien las verdades que voy a meditar y abrasadme de amor a Vos. Virgen Santísima, Madre de Jesús, rogad por mí.


DOMINGO: Fin del hombre

1. Considera, hijo mío, que Dios te ha creado a su imagen, que te ha dado un alma y un cuerpo, sin el menor mérito de tu parte. Además, por el bautismo te ha hecho hijo suyo, te ha amado siempre, y te ama aún como tierno padre, y no te ha creado para otro fin que para amarle y servirle en este mundo y merecer así algún día ser eternamente feliz en el Paraíso.
No estás, pues, en este mundo sólo para divertirte, enriquecerte, comer, beber y dormir como los animales privados de razón: infinitamente más noble y más sublime es el fin para el cual fuiste creado, a saber: amar y servir a Dios y salvar así tu alma.
Si durante tu vida, tienes siempre presente este pensamiento, ¡qué consuelo experimentarás en la hora de la muerte! Pero si al contrario no piensas seriamente en servir a Dios, ¡qué remordimientos experimentarás en aquel instante en que conocerás claramente que las riquezas y los placeres de que has gozado en la tierra de nada sirven si no es para llenar de amargura tu corazón, y hacerte conocer el daño que has causado a tu alma!

Por eso, hijo mío, guárdate bien de ser de aquellos que sólo piensan en procurarse placeres y satisfacer sus pasiones; pues estos al fin de la vida se encontrarán en gran peligro de perderse eternamente.
El secretario de un rey de Inglaterra, moría exclamando:
"¡Desdichado de mí, he empleado tanto papel en escribir las cartas de mi señor, y no he sabido emplear una sola hoja para escribir mis pecados y hacer una buena confesión!"

2. Sube de punto la importancia de tu fin, si consideras que tu salvación eterna o tu eterna condenación depende de ella. Si salvas tu alma, todo te irá bien y serás feliz para siempre; pero si la pierdes, pierdes al mismo tiempo a Dios y el Paraíso, y te condenas por toda la eternidad.
No imites la locura de los desventurados que dicen:
"Cometo este pecado, y después me confesaré"; no te dejes engañar por estas palabras, porque el Señor maldice al que peca con la esperanza de obtener el perdón: Maledíctus homo qui péccat in spe. Acuérdate de que todos los condenados tenían la intención de convertirse más tarde, y a pesar de eso se han perdido por toda la eternidad. ¿Estás cierto, acaso, de tener tiempo para confesarte? ¿Quién te asegura, que no morirás inmediatamente después del pecado? Además, ¿no es una locura herirte gravemente con la esperanza de encontrar un médico que te cure?
Renuncia, pues, al pensamiento falaz de entregarte más tarde a la virtud y al servicio de Dios; hoy mismo detesta y abandona para siempre el pecado, que es el mayor de todos los males, y que alejándote de tu fin, te priva de todos los bienes.

Fuente: San Juan Bosco, La juventud instruida

La verdadera felicidad sólo se halla en Dios (IV)

Posted by: Nycticorax

Flores 01 (04)

Algunas hierbas que nacen en los campos, mirándolas desde lejos, parecen muy hermosas, y llegando a ellas y tocándolas con las manos dan de sí tan mal olor, que las sacude luego el hombre de sí y corrige el engaño de los ojos con el toque de las manos. Pues tales son por cierto los más de los ricos y poderosos del mundo; porque, si miras a la grandeza de sus estados y al resplandor de sus casas y criados, parecen ser ellos solos bienaventurados; mas si te llegas más cerca a oler los rincones de sus casas y de sus ánimas, hallarás que tienen muy diferente el ser del parecer. Por donde muchos de los que al principio desearon sus estados cuando los vieron de lejos, después los sacudieron de sí cuando los miraron de cerca, como lo leemos en muchas historias aun de gentiles. Y en las vidas de los emperadores hallamos que no faltó quien siendo electo emperador por todo el ejército, por ninguna vía lo quiso aceptar, siendo gentil, solo por conocer las espinas que debajo de aquella flor, al parecer tan hermosa, estaban escondidas.

Pues, ¡oh hijos de los hombres!, criados a imagen de Dios, redimido por su sangre, diputados para ser compañeros de los ángeles, ¿por qué amáis la vanidad y buscáis la mentira, creyendo que hallaréis descanso en esos falsos bienes que nunca lo dieron ni darán jamás? ¿Por qué habéis dejado la mesa de los ángeles por los manjares de las bestias? ¿Por qué habéis dejado los deleites y olores del paraíso por los hedores y amarguras del mundo? ¿Cómo no bastan tantas calamidades y miserias que cada día experimentáis en él para apartaros de ese tan cruel tirano? Tales parece que somos en esta parte como algunas malas mujeres que se andan perdidas tras un rufián, que les come y juega cuanto tienen, y sobre esto las arrastra y da de coces cada día; y ellas todavía con una miserable sujeción y cautiverio se andan perdidas tras él.

Resumiendo, pues, aquí todo lo dicho: si por tantas razones, ejemplos y experiencias nos consta que no se halla la felicidad y descanso que todos buscamos en el mundo sino en Dios, ¿por qué no la buscamos en Dios? Esto es lo que en breves palabras nos amonesta San Agustín, diciendo:
Cerca la mar y la tierra y anda por donde quieras, que a donde quiera que fueres serás miserable si no vas a Dios.

Fuente: Fray Luis de Granada O.P., Obra Selecta

La verdadera felicidad sólo se halla en Dios (II)

Posted by: Nycticorax

Reloj de sol 01 (02)

Y para que aun más claro entiendas esto, ponte a mirar una aguja de un reloj de sol, porque allí veras representada esta filosofía tan necesaria. La naturaleza de esta aguja, después de tocada con la piedra imán, es mirar al norte: porque Dios, que crió esta piedra, le dio esta natural inclinación, que siempre mire a este lugar. Y verás por experiencia qué desasosiego tiene consigo y qué de veces se vuelve y revuelve hasta que endereza la punta a él; y esto hecho, luego para y queda fija como si la fijaras con clavos.

Pues así has de entender que crió Dios al hombre con esta natural inclinación, y respecto a Él, como a su norte, y a su centro, y a su último fin; y, por tanto, mientras fuera de él estuviere, siempre estará como aquella aguja, inquieto y desasosegado, aunque posea todos los tesoros del mundo. Más volviéndose a Él, luego reposará, como ella reposa: porque ahí tiene todo su descanso. De lo cual se infiere que sólo será bienaventurado aquel que poseyere a Dios, y estará más cerca de ser bienaventurado aquel que más cerca estuviere de Dios. Y porque los justos en esta vida están más cerca de Él, ellos son los más bienaventurados, aunque su bienaventuranza no la conoce el mundo.

Más porque este engaño es tan grande y tan universal, añadiré aún otra razón no menos eficaz que las pasadas, por la cual vean los amadores del mundo cuán imposible sea hallar en él la felicidad que desean.

Para lo cual has de presuponer, lo que es muy notorio, que muchas más cosas se requieren para que una cosa sea perfecta que para ser imperfecta; porque para ser perfecta requiérese que tenga todas las perfecciones juntas, mas para ser imperfecta basta que tenga una sola imperfección. Pues de esta manera has de presuponer que para que uno tenga perfecta felicidad requiérese que tenga todas las cosas a su gusto, y si una sola tiene a su disgusto, ésta es parte más para hacerlo miserable que todas las otras bienaventurado. He visto yo muchas personas en grandes estados y con muchos cientos de renta. Las cuales con todo esto vivían la más triste vida del mundo, porque mayor tormento les daba una cosa muy deseada que no alcanzaban que contentamiento todo cuanto poseían. Porque, sin duda, todo cuanto se posee no consuela tanto cuanto un solo apetito de éstos atormenta, como una espina hincada por el corazón, porque no hace al hombre bienaventurado la posesión de los bienes, sino el cumplimiento de sus deseos.

Fuente: Fray Luis de Granada O.P., Obra Selecta

La verdadera felicidad sólo se halla en Dios (I)

Posted by: Nycticorax

Felicidad en Dios 01 (01)

La verdadera felicidad y descanso se halla sólo en Dios. Y probaremos esta tan importante verdad por la luz de la razón.
Para lo cual es de saber que ninguna criatura puede tener perfecto contentamiento hasta llegar a su último fin, que es a la última perfección que según su naturaleza le conviene. Porque mientras no llegare aquí, necesariamente ha de estar inquieta y descontenta, como quien se siente necesitado de lo que le falta.

Pregunto, pues, ahora: ¿cuál es el último fin del hombre, en cuya posesión está su felicidad, que es lo que los teólogos llaman su bienaventuranza objetiva? No se puede negar sino que ésta es Dios, el cual así como es su primer principio, así es su último fin: y así como es imposible haber dos primeros principios, así lo es haber dos últimos fines, porque eso sería haber dos dioses. Pues si sólo Dios es el último fin del hombre y su última bienaventuranza, y dos últimos fines y bienaventuranzas es imposible que haya, luego fuera de Dios imposible es hallar bienaventuranza.

Porque, sin duda, así como el guante se hizo para la mano y la vaina para la espada, por lo cual para ningunos otros usos vienen bien estas cosas sino para éstos, así el corazón humano, criado para Dios, en ninguna cosa puede hallar descanso sino en Dios. Con Él sólo estará contento, y fuera de Él, pobre y necesitado. La razón de esto es porque como el principal sujeto de la bienaventuranza sean el entendimiento y la voluntad del hombre, que son las dos más nobles potencias que hay en él, mientras éstas estuvieren inquietas, no puede él estar sosegado y quieto.

Pues cierto es que estas dos potencias en ninguna manera pueden estar quietas sino con sólo Dios. Porque, como dice Santo Tomás, no puede nuestro entendimiento entender ni saber tantas cosas que no le quede habilidad y deseo natural por saber más, si hubiere más que saber. Y asimismo no puede nuestra voluntad amar ni gozar de tantos bienes que no le quede virtud y capacidad para más, si más le dieren. Y, por tanto, nunca reposarán estas dos potencias hasta hallar un objeto universal en quien estén todas las cosas: el cual una vez conocido y amado, ni le quedan más verdades que saber ni más bienes de que gozar.

De aquí nace que ninguna cosa criada, aunque sea la posesión de todo el mundo, basta para dar hartura a nuestro corazón, sino sólo aquel para quien fue creado, que es Dios. Y así escribe Plutarco de un soldado que llegó de grado en grado a ser emperador, y como se viese en este estado tan deseado y no hallase el contentamiento que deseaba, dijo:
“En todos los estados he vivido y en ninguno he hallado contentamiento”. Porque claro está que lo que fue creado para sólo Dios no había de hallar reposo fuera de Dios.

Fuente: Fray Luis de Granada O.P., Obra Selecta

La verdadera libertad os hará libres

Posted by: Lotario de Segni

León XIII 01 (08)
Papa León XIII

“La libertad, bien el más noble de la naturaleza, propio, únicamente, de los seres inteligentes o razonables, da al hombre la dignidad de estar en manos de su propio consejo y tener la potestad de sus acciones. Pero interesa en gran manera el modo con que se ha de ejercer semejante dignidad, porque del uso de la libertad se originan, así como bienes sumos, males también sumos. En manos del hombre está, en efecto, obedecer a la razón, seguir el bien moral, tender derechamente hacia su último fin; pero igualmente puede seguir el opuesto camino y, al ir tras apariencias engañosas de bien, perturbar el orden debido y precipitarse voluntariamente en inevitable ruina. (…)

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La Gracia, el medio necesario para salvarse

Posted by: Nycticorax

Cielo 02

El fin asignado al hombre es la felicidad de ver a Dios en la vida futura. Pero como este fin es sobrenatural, es decir, superior a la naturaleza humana, el hombre no puede conseguirlo con sus solas y propias fuerzas: necesita del socorro divino, que se llama gracia. Por ella, Dios eleva al hombre hasta sí y le hace capaz de participar de su vida, de su gloria y de su felicidad infinita. La gracia es, pues, el medio indispensable para la salvación.

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