Inmaculada Concepción

La Inmaculada Concepción de María (y IV)

Posted by: Juan Sobiesky

Inmaculada Concepción 10 (11)

Salutación y súplica. - «Ave, María, llena de gracia, más santa que los santos, más excelsa que los Cielos, más gloriosa que los serafines, y más digna de veneración que toda criatura. Ave, paloma que traes a la vez que el fruto del Olivo, a Aquel que nos salvó del espiritual diluvio. Ave, amenísimo paraíso de Dios, donde florece el árbol vivífico que presta inmortalidad a los que gustan de su fruto. Ave, purísimo e inmaculado palacio del Sumo Rey, en el que se encuentra el espiritual tálamo del Esposo, y en donde el Verbo se desposó con la carne para reconciliar con el Padre a los que fueron desterrados por la culpa. Ave, monte divino, pingüe y umbroso, en el cual se nutrió el Cordero de Dios, para cargar con nuestros pecados y miserias; monte del cual fue tallada aquella piedra que quebró las aras de los ídolos y vino a quedar constituida en piedra angular. Ave, trono de Dios, propiciatorio de todo el orbe, y cielo que canta la gloria del Altísimo. Ave, urna de oro, que contiene la dulcedumbre suavísima de nuestras almas, el verdadero maná, Cristo Jesús.

¡Oh Virgen Purísima y digna de todo loor y obsequio, tierra virgen, campo sin arar, vid floridísima, fuente ubérrima, Virgen fecunda y Madre que no conoce varón, tesoro escondido de inocencia y decoro de la santidad! Con tus preces, siempre aceptables y siempre poderosas por la autoridad de que como Madre gozas ante el Señor y Dios Creador de todas las cosas, Hijo tuyo, engendrado por Ti sin padre, dirige la navecilla de la Iglesia y condúcela a puerto tranquilo. Reviste a los sacerdotes de justicia y del gozo de la firme, inmaculada y sincera fe.
A tus devotos líbrales de toda desgracia y angustia. Redime a los cautivos. Constitúyete en techo de los peregrinos y en consuelo de todos los que necesitan de amparo. Extiende tu mano auxiliadora sobre todo el mundo, a fin de que con alegría y regocijo asistamos a tus solemnidades y a ésta que hoy celebramos en Cristo Jesús, Rey universal y verdadero Dios nuestro, al cual sea gloria y fortaleza, juntamente con el Padre, sagrado Principio de vida y con el coeterno y consubstancial y correinante Espíritu, ahora y siempre y por los siglos de los siglos. Amén.»
(3º nocturno.)

Pensamiento para la Comunión
Gloriosas cosas se han dicho de Ti... - ¿Quién podrá concebir el estremecimiento que sobrecogería a la tierra en el momento en que aquel germen santo de vida, el Alma de la Madre de Dios, caería en su seno? Sólo sería excedido por aquel otro más augusto todavía, en que el suelo fértil de la Virgen Nazaretana recibió al Verbo del Padre. Pues bien, este último momento se repite en cada uno de nosotros al comulgar. Si nuestro pecho fuera tierra abonada, como lo fue el de la Santísima Virgen, ¡qué riqueza de fruto daría este germen de vida! Preparémonos, pues, pidiendo a la Virgen Inmaculada sus disposiciones, a fin de que, cuando llegue a nuestro corazón el Hijo de Dios, puedan los ángeles cantar de nuestra alma lo que cantaron del Alma de María: «Gloriosas cosas se han dicho de Ti».

Fuente: Joaquín Sanchis Alventosa, o.f.m., Misal Meditado

La Inmaculada Concepción de María (III)

Posted by: Juan Sobiesky

Inmaculada Concepción 09 (15)

III. María Inmaculada, honor del pueblo español. - Nuestros motivos de júbilo y regocijo no quedan agotados con lo enumerado hasta aquí. Como hijos de España podemos elevar nuestra mirada a la Reina sin mancilla y gritar alborozados como en otro tiempo los habitantes de Betulia a Judit: «Tú eres el honor de nuestro pueblo.»

En efecto, ¿qué otra nación puede ostentar los títulos que nosotros poseemos a llamarnos hijos de la Inmaculada? España no solamente le ofrendó defensores acérrimos de su privilegio singularísimo con el Beato Raimundo Lulio, el eximio teólogo Suárez, la extática María de Jesús de Agreda y el P. Pedro de Alba; no sólo dio a luz al egregio pintor de la Inmaculada Esteban Murillo; no sólo convirtió sus Universidades en Cátedras de la Reina Purísima. España hizo más. Por medio de sus representantes, los católicos monarcas, apremió repetidas veces al Sumo Pontífice a que declarase dogma el privilegio de la Concepción sin mancha de María; y, adelantándose a las demás naciones, tributó culto público a la Purísima Concepción; fundó ya en el siglo XVI una Orden dedicada a la Inmaculada: las Concepcionistas Franciscanas de la Beata Beatriz de Silva; consagróse a la Reina sin mancilla en muchas de sus Corporaciones oficiales, y la aclamó, por fin, en 1759, Patrona de sus Reinos y de sus Indias.

¡Cuán justo es que María extendiera su manto azul sobre esta nación y nos distinguiera con el título de sus patrocinados!
Mostrémonos dignos de tan ilustres antepasados por nuestra devoción al misterio de la Inmaculada Concepción. Seremos verdaderos devotos de María cuando sepamos ser verdaderos adoradores de su Hijo. Que se plasme, pues, el júbilo que despiertan nuestras glorias en propósitos eficaces de ser tal cual Jesús pide y exige de nosotros, de ser puntos luminosos en medio de las tenebrosidades de este mundo, ya que como faro de luz bajó a este valle de aterradoras tinieblas la Reina Inmaculada el día de su Concepción. Será el mejor obsequio que podremos ofrendar a nuestra Madre en su día.

Fuente: Joaquín Sanchis Alventosa, o.f.m., Misal Meditado

La Inmaculada Concepción de María (II)

Posted by: Juan Sobiesky

Inmaculada Concepción 08 (03)
Aparición de la Inmaculada a San Francisco

II. La Inmaculada, alegría de los fieles. - Si como simples mortales participamos ya de la exaltación de María, como cristianos, redimidos por la Sangre de su Hijo e hijos de sus dolores maternales, poseemos un doble título al júbilo y regocijo. Esa Mujer tan exaltada es... Madre nuestra.
Inmensa dicha, pero enorme responsabilidad. Los hijos llevan sangre de sus padres. No desdoremos, pues, la Sangre purísima de nuestra Madre con una conducta indigna de tanta alteza. El misterio de la Inmaculada Concepción viene a ser para los cristianos un imperativo que reclama y exige una vida pura e incontaminada. Ésa es la gracia que pide la Iglesia en las oraciones de la Misa.

Cuidemos, pues, de adquirir esa joya tan preciada de la santa pureza. Sean puros nuestros pensamientos, deseos, afectos, sentimientos, palabras y obras; respire pureza nuestro continente externo, nuestra vida entera. Suspiremos por tan encantadora virtud, y roguemos humildemente a la Madre celestial nos haga participar por la pureza de su privilegio excelso de Reina inmaculada.

Fuente: Joaquín Sanchis Alventosa, o.f.m., Misal Meditado

La Inmaculada Concepción de María (I)

Posted by: Juan Sobiesky

Inmaculada Concepción 07 (13)
Inmaculada Concepción - Bartolomé Esteban Murillo (1617-1682)

La fecha 8 de diciembre viene envuelta en un ambiente más fácil de sentir que de definir. No reprimamos sentimientos tan justos; demos más bien libre curso a nuestro entusiasmo y regocijémonos en día tan señalado, ya que son tantos los títulos que tenemos para ello.

I. María Inmaculada, Gloria de la humanidad. - ¿Quién podrá concebir el júbilo que henchiría los cielos a la aparición del astro brillante de la Purísima Virgen? Esteban Murillo ha querido darnos una imagen de momento tan augusto. Sobre un trono de nubes, sostenido por un coro de ángeles, el Alma de María, al punto de ser creada por el Altísimo, es llevada a la tierra, donde va a unirse a su Cuerpo purísimo. Su nívea túnica refleja la pureza en que ha sido creada; su manto azul proclama las gracias y las virtudes que la adornan; su continente esbelto préstale aire de reina. Los ojos levantados al cielo y las manos cruzadas en santo recogimiento sobre el pecho, nos revelan el primer acto de aquella inocente criatura: Arrobada en amor del diestro Artífice que acaba de llamarla a la existencia y de dotarla de prerrogativas tan singulares, entona, llena de júbilo, su Gaudens gaudebo(1), que es a la vez cántico de gratitud y de homenaje a su Dios y Señor.

Los ángeles la escucharían atónitos, rindiendo pleitesía a su Reina y Señora. Pero nosotros nos atrevemos a más. Caemos, sí, de rodillas ante prodigio tan extraordinario; pero, participando de su júbilo, hacemos propias las notas de su canto, conscientes de que el encumbramiento de María nos llena también a nosotros de gloria.

En efecto, así como por la unión hipostática toda la naturaleza humana fué en cierto modo elevada, de manera análoga podemos decir que en la Concepción de María fué exaltada la humanidad entera. Verdaderamente «ha aparecido una señal grande en los cielos», una criatura purísima sobre toda ponderación. Y esa criatura es una mujer, carne de nuestra carne y hueso de nuestros huesos, por cuyas venas corre la misma sangre que recibimos todos de Adán. Sí, una mujer ha sido exaltada sobre todas las jerarquías angélicas a una dignidad y honor casi divinos; a una pura mujer sirven los ángeles y los arcángeles como a su Dueña; aclaman los tronos, principados y potestades por Reina; honran dominaciones y virtudes de los cielos como a su Señora, y bendicen los querubines y serafines cual Trono de Dios. ¿Qué otros títulos, fuera de los que le prestó la unión hipostática, podrían imaginarse que fueran más honrosos para la naturaleza humana?

¡Oh suerte la nuestra! El corazón no puede contener el gozo y desborda en cánticos de loor a nuestra Señora. Sí, felicitémosla y felicitémonos a nosotros mismos por la gloria que nos cabe en su glorificación. «Ave, María ... Bendita Tú eres entre todas las mujeres.»

(1) Cfr.
Is 61, 10.

Fuente: Joaquín Sanchis Alventosa, o.f.m., Misal Meditado

La Inmaculada Concepción de la Santísima Virgen María

Posted by: Laudem Gloriae

Inmaculada Concepción 05 (08)

Hoy es el día de la fiesta solemnísima de la Inmaculada Concepción de María. Este dogma nos enseña que, por singular privilegio de Dios, fue Ella eximida del pecado original y de las concupiscencias que trae consigo el pecado. Pío IX lo definió como dogma de fe en 1854, declarando que “María, por un privilegio único, fue preservada de la mancha original desde el primer instante de su concepción”.

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