Oraciones

Beata Isabel de la Trinidad

Posted by: Laudem Gloriae

Sor Isabel de la Trinidad 01 (03)

Isabel Catez (en el Carmelo, Isabel de la Santísima Trinidad), nació el 18 de Julio de 1880 en el campo militar de Avor, diócesis de Bourges (Francia). En 1901, ingreso en el Carmelo de Dijon, donde profeso en 1903. Allí falleció el 9 de noviembre de 1906 para irse -como dijo ella- “a la luz, a la vida, al amor”.

Leer más...

Beato Carlos de Austria

Posted by: Juan Sobiesky
CARLOS DE AUSTRIA (1887-1922)

Carlos I de Austria

Biografía

Carlos de Austria nació el 17 de agosto de 1887 en el Castillo de Persenbeug, en la región del Austria Inferior. Sus padres eran el archiduque Otto y la Princesa María Josefina de Sajonia, hija del último rey de Sajonia. El emperador Francisco José I era el tío abuelo de Carlos.
Carlos recibió una educación expresamente católica y desde su niñez fue acompañado con la oración por un grupo de personas, porque una religiosa estigmatizada le había profetizado grandes sufrimientos y ataques contra él. De aquí surgió, tras la muerte de Carlos, la
«Liga de oración del emperador Carlos por la paz de los pueblos», que en 1963 se convertirá en una comunidad de oración reconocida en la Iglesia.
Muy pronto creció en Carlos un gran amor por la Santa Eucaristía y por el Corazón de Jesús. Todas las decisiones importantes provenían de la oración.

El 21 de octubre de 1911 se casó con la princesa Zita de Borbón-Parma. Durante los diez años de vida matrimonial feliz y ejemplar la pareja recibió el don de ocho hijos. En el lecho de muerte, Carlos decía aún a Zita:
«!Te quiero sin fin!»
El 28 de junio de 1914, tras el asesinato del archiduque Francisco Fernando, heredero al trono, en un atentado, Carlos se convierte en el heredero al trono del Imperio Austro-Húngaro.
Mientras se encarnizaba la primera Guerra Mundial, con la muerte del emperador Francisco José, el 21 de noviembre de 1916, Carlos se convierte en emperador de Austria. El 30 de diciembre es coronado Rey apostólico de Hungría.
Este deber Carlos lo concibe, también, como un camino para seguir a Cristo: en el amor por los pueblos a él confiados, en el cuidado por su bien y en la donación de su vida por ellos.
El deber más sagrado de un rey - el compromiso por la paz - Carlos lo puso al centro de sus preocupaciones a lo largo de la terrible guerra. Fue el único, entre los responsables políticos, que apoyó los esfuerzos por la paz de Benedicto XV.  
Por lo que respecta a la política interior, incluso en tiempos extremadamente difíciles, abordó una amplia y ejemplar legislación social, inspirada en la enseñanza social cristiana. 
Su comportamiento hizo posible al final del conflicto una transición a un nuevo orden sin guerra civil. A pesar de ello fue desterrado de su patria.
Por deseo del Papa, que temía el establecimiento del poder comunista en Centroeuropa, Carlos intentó restablecer su autoridad de gobierno en Hungría. Pero dos intentos fracasaron, porque él quería en cualquier caso evitar el estallido de una guerra civil.  
Carlos fue enviado al exilio en la Isla de Madeira (Portugal). Como él consideraba su misión como un mandato de Dios, no pudo abdicar de su cargo.  
Sumergido en la pobreza, vivió con su familia en una casa bastante húmeda. A causa de ello se enfermó de muerte y aceptó la enfermedad como un sacrificio por la paz y la unidad de sus pueblos.  
Carlos soportó su sufrimiento sin lamento, perdonó a todos los que no le habían ayudado y murió el 1 de abril de 1922 con la mirada dirigida al Santísimo Sacramento. Como él mismo recordó todavía en el lecho de muerte, el lema de su vida fue: «Todo mi compromiso es siempre, en todas las cosas, conocer lo más claramente posible y seguir la voluntad de Dios, y esto en el modo más perfecto».

Fuente: vatican.va


Carlos I de Austria 02

Oración por la Canonización
del Beato Emperador Carlos de Austria

(Para ser rezada al comienzo de cada día de la Novena)

Padre Celestial, a través del Beato Emperador Carlos le has dado a Tu Iglesia y al pueblo de Dios un ejemplo de cómo podemos llevar una vida espiritual exigente de manera convincente y valiente.
Sus acciones públicas como Emperador y Rey, y sus actos personales como hombre de familia, estaban firmemente basados en las enseñanzas de la Fe Católica. Su amor por su Señor Eucarístico creció en tiempos de prueba y le ayudó a unirse al sacrificio de Cristo a través del sacrificio de su propia vida por su pueblo. El Emperador Carlos honraba a la Madre de Dios y rezó con amor el rosario durante su vida.
Fortalécenos por su intercesión cuando el desaliento, la debilidad, la soledad, la amargura y la depresión nos inquieten. Que sigamos el ejemplo de tu fiel servidor y sirvamos generosamente a nuestros hermanos de acuerdo a Tu Voluntad.
Escucha mi petición y concédela: ...
(mencione su intención aquí).
Concédenos que el Beato Carlos de Austria sea considerado digno de ser canonizado, para la gloria de Tu Nombre, la alabanza de la Bienaventurada Virgen María y para la bendición de tu Iglesia. Amén

Oración Conclusiva
(Para ser rezada al final de cada día de la Novena)

Dios nuestro Padre, a través del regalo del Beato Emperador Carlos nos has dado un ejemplo a seguir.
En tiempos extremadamente difíciles llevó a cabo su pesada tarea sin perder la fe.
Siempre siguió a Tu Hijo, el verdadero Rey.
Llevó una vida humilde, amando sinceramente la pobreza y dando su alma y corazón por la búsqueda de la paz. Aún cuando su vida estaba en peligro confió en Ti, poniendo su vida en Tus manos.
Todopoderoso y Misericordioso Dios, por la intercesión del Beato Emperador Carlos te rogamos que nos des su fe incondicional para que nos sostenga en las mas difíciles situaciones, y el coraje para seguir el ejemplo de Tu Hijo único.
Abre nuestros corazones a los pobres y fortalece nuestro compromiso por la paz dentro de nuestras familias y entre los pueblos.
Te lo pedimos por Cristo Nuestro Señor.

Amén.