Sacrificios

La perfección y el sacrificio (II)

Posted by: Ioseph

Santa Teresita 15 (28)
Familia Guerin - Santa Teresita

II. Mi aberración. - ¡Oh, cuán sencillamente me equivoco en este punto! A la menor idea de perfección que me asalta recurro al sacrificio, hasta el punto de que la idea de perfección se confunde casi, para mí, con la idea de privación y de sacrificio: apenas la concibo de otra manera. Cuando se apodera de mi corazón un fervor vehemente me lanzo por el camino de las penitencias y de las privaciones, creyendo que voy a encontrar luego en él la perfección. ¡Pobre extraviado! la perfección no se encuentra por ese camino.

Por lo común esos sacrificios son lo contrario de lo que se debe hacer. Porque mientras yo abrazo esas privaciones no pienso en enderezar mis caminos, continúo buscándome a mí mismo y el desorden persiste en el mismo estado. Con frecuencia también escojo esos sacrificios bajo la inspiración de mi capricho, de mis gustos del momento; hasta en su elección me busco a mí mismo. El acto mismo por el cual los escojo es, a menudo, acaso un desorden. Como actos satisfactorios pueden tener algún valor, pero para conducirnos a la perfección no tienen ninguno; por lo menos con mucha frecuencia.


III.
Mis fracasos. - Por otra parte, esos sacrificios por mí elegidos tienen muchas veces el inconveniente de ser superiores a mis fuerzas y de no responder a las necesidades presentes de mi alma. Porque, en tanto que yo no haga la rectificación de mis intenciones, no me encuentro a la altura de esos sacrificios, no tengo las fuerzas suficientes para soportarlos. Por lo demás, la gracia, que proporciona su acción a los progresos de mi alma, no me es dada para eso, y entonces ¿qué sucede? Que no produciendo esos ímpetus de generosidad los frutos que yo deseaba, no teniendo mi alma fuerzas para soportarlos me desaliento, vuelvo a caer más bajo de lo que antes estaba, y el resultado más lastimoso de este triste ensayo es que creo imposible la perfección: me parece que he hecho todo lo que estaba en mi mano, que no he retrocedido ante el sacrificio, ¡y sólo he logrado descender!...

No podía acaecer otra cosa: he hecho todo menos lo que era preciso hacer. ¿De qué sirve correr cuando no vamos por el camino que debemos seguir? Cuanto más aprisa se anda fuera del camino, más nos alejamos del término adónde vamos. ¿Por qué ir a buscar la perfección donde no está y no buscarla donde está?; ¿por qué ir a buscarla lejos cuando la tenemos cerca? En vez de sacrificar mi satisfacción, lo que debo hacer es enderezarla: ¡cuánto más sencillo es esto! Aquí es donde está la perfección.

Fuente: R. P. José Tissot, La vida interior

La perfección y el sacrificio (I)

Posted by: Ioseph

Autoflagelación 01 (01)
Autoflagelación

I. La perfección no está en el sacrificio.
II. Mi aberración.
III. Mis fracasos.
IV. Pero ¿sería más perfecto sacrificarse?
V. Hay sacrificios que son necesarios. En qué medida.
VI. El miedo al sacrificio.

I. La perfección no está en el sacrificio. - La perfección en sí no exige de mí el sacrificio de mi satisfacción; lo que me pide es sólo que la coloque (a mi satisfacción) en su lugar, esto es, en segundo término. Así por ejemplo, en el comer y en el beber no me exige sacrificios extraordinarios; puedo usar de las cosas que Dios me da, sin faltar en manera alguna a la perfección; lo esencial es que, en primera intención, lo haga por la gloria de Dios. "Sea que comáis, sea que bebáis", dice el Apóstol; no dice que no comamos ni que no bebamos. Comed y bebed, esto no es contrario a la perfección; hacedlo, pero al hacerlo, hacedlo por la gloria de Dios. Lo que se necesita es que ni el placer ni la necesidad de comer o de beber sean el móvil dominante, la final y, sobre todo, la exclusiva intención del acto, porque en esto consiste la imperfección. Es necesario que el móvil eficazmente preponderante, que la intención principal sea, si no actualmente, por lo menos virtualmente, la gloria de Dios: en esto consiste la perfección. Esta cuestión de la intención actual y virtual será explicada más adelante.

La idea específica de la perfección no finca en el sacrificio de mi satisfacción. Puesto que supongo que mi satisfacción es permitida y que no hay en ella ofensa de Dios, no está en contradicción con su gloria, no hay incompatibilidad alguna entre una y otra; basta que yo subordine la una a la obediencia de la otra y que las coloque en su orden esencial. Lo repito: la perfección no consiste en el sacrificio, sino en poner las cosas en su verdadero punto.

Fuente: R. P. José Tissot, La vida interior

El divino Sembrador

Posted by: Laudem Gloriae

Divino Sembrador 01 (01)

El Evangelio de hoy (Lc. 8,4-5), domingo de sexagésima (según el calendario antiguo del rito romano), presenta cuatro categorías de personas que reciben de modo diverso la simiente de la divina palabra, y las compara: al camino pisoteado, al suelo pedregoso, a la tierra espinosa y, finalmente al buen terreno.

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La hora de la acción

Posted by: Ioseph

Pío XII 04 (15)

El Papa Pío XII, constantemente, aprovechando todas las ocasiones, ha procurado excitar en la conciencia católica la voluntad, el gusto, el sentido de la acción; el deber y el ideal de la acción.

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Septuagésima, tiempo de conversión

Posted by: Laudem Gloriae

Dgo de Septuagésima - un denario 01 (02)

“Señor, me acerco a Ti con vivos deseos de aprender la fidelidad a tus llamadas”
 
El tiempo de Septuagésima es algo así como el vestíbulo de la cuaresma, el tiempo clásico de la reforma espiritual; por eso la liturgia de este domingo* nos presenta lo que ha de ser nuestro programa si queremos disponernos a una seria y renovada conversión, que nos dé la posibilidad de resucitar después con Cristo en la próxima Pascua.

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La oración y la penitencia

Posted by: Nycticorax

San Jerónimo 01 (02)
San Jerónimo Penitente

Extractos de la Encíclica “Caritate Christi Compulsi”
 
8. (…) Frente a este odio satánico contra la religión, que recuerda al
misterio de iniquidad de que habla San Pablo (II Tes 2, 7), los solos medios humanos y las providencias de los hombres no bastan: y Nos, Venerables Hermanos, creeríamos ser indignos de Nuestro apostólico ministerio si no tratáramos de señalar a la humanidad los maravillosos misterios de luz que esconden en sí ellos solos la fuerza para subyugar a las tinieblas.

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Beato Carlos de Austria: "cumplir la voluntad de Dios en todo" (III)

Posted by: Corim

Carlos I de Austria 06 Familia exilio

Hemos considerado ya gran parte de la vida de nuestro beato; desde su nacimiento, pasando por su juventud y su matrimonio con Zita de Borbón, y finalmente habíamos llegado a la etapa de su transformación como Emperador de Austria-Hungría.

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Amor, reparación y desagravio

Posted by: Lotario de Segni

Virgen de Fátima 01 (16)

El 13 de octubre de 1917, durante la última de las apariciones, la Ssma. Virgen María dijo en Fátima a los tres pastorcitos: "Es necesario que se enmienden, que pidan perdón de sus pecados... No ofendan más a Nuestro Señor que ya está muy ofendido..." Estas palabras, que son las últimas que pronunció la Ssma. Virgen en Fátima, son el resumen de todo el mensaje fatimista:

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San Francisco de Asís, el amor y la ternura de Dios

Posted by: Lotario de Segni

San Francisco - Tránsito

En el día de ayer la Santa Madre Iglesia ha celebrado la entrada en la gloria de uno de sus hijos más preclaros, el seráfico Padre San Francisco de Asís. Su vida, llena de la divina simplicidad, ha dejado una honda huella en la historia; sobre todo a causa de la Orden religiosa que fundó y de los hijos que en ella brillaron. Hoy consideraremos tres aspectos de la vida del seráfico Padre que nos ayudarán a conocerlo, imitarlo e invocarlo.

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Santa Teresita del Niño Jesús

Posted by: Laudem Gloriae

Santa Teresita 08

Hoy es la fiesta de santa Teresita del Niño Jesús, virgen y Doctora de la Iglesia. Nació en Aleçon (Francia) el 2 de enero de 1873.  Entró al Carmelo de Lisieux el 9 de abril de 1888, a los 15 años. Exhaló su último suspiro en un éxtasis de amor el 30 de septiembre de 1897. Pío XI la canonizó en 1925 y la proclamó Patrona de las Misiones en 1927. Juan Pablo II la declaró doctora de la Iglesia en 1997.

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