Imitación de Cristo (IX)

Posted by: Corim

San José 15 (51)

Mucha paz tendríamos si no quisiéramos mezclarnos en lo dichos y hechos ajenos que no nos pertenecen. ¿Cómo quiere estar en paz mucho tiempo el que se mezcla en cuidados ajenos y se ocupa de cosas exteriores, y dentro de sí poco o tarde se recoge? Bienaventurados los sencillos, porque tendrán mucha paz.

¿Cuál fue la causa porque muchos santos fueron tan perfectos y contemplativos? Porque procuraron mortificarse totalmente en todos sus deseos terrenos; y por eso pudieron con lo íntimo de su corazón allegarse a Dios, y ocuparse libremente de sí mismos. Nosotros nos ocupamos mucho de nuestras pasiones y tenemos demasiado cuidado de las cosas transitorias. Y como pocas veces vencemos un vicio perfectamente, no nos alentamos para aprovechar cada día en la virtud; por eso permanecemos tibios y aun fríos.

Si estuviésemos perfectamente muertos a nosotros mismos y libres en lo exterior, entonces podríamos gustar las cosas divinas y experimentar algo de la contemplación celestial. El total, y el mayor impedimento es que, no estando libres de nuestras inclinaciones y deseos, no trabajamos por entrar en el camino de los santos. Y cuando alguna adversidad se nos ofrece, muy presto nos desalentamos y nos volvemos a las consolaciones humanas.

Fuente: Tomás de Kempis, De la Imitación de Cristo y menosprecio del mundo, libro I, cap. XI, Editorial LUMEN