La prontitud, la obediencia y la abnegación de San José (III)
Posted by: Ioseph
Muerte de San José
Punto tercero:
Mirando a ese José que está vestido como peregrino, comprendemos que, a partir del momento en que supiera del Misterio, su existencia sería la del que está siempre en camino, en un constante peregrinar. Fue así la suya una vida marcada por el signo de Abrahán: porque la Historia de Dios entre los hombres, que es la historia de sus elegidos, comienza con la orden que recibiera el padre de la estirpe: Sal de tu tierra para ser un extranjero (Gen 12, 1; Heb 9, 8ss). Y por haber sido una réplica de la vida de Abrahán, se nos descubre José como una prefiguración de la existencia del cristiano. Podemos comprobarlo con viveza singular en la primera Carta de san Pedro y en la de Pablo a los Hebreos. Como cristianos que somos -nos dicen los Apóstoles- debemos considerarnos extranjeros, peregrinos y huéspedes (1 Pet 1, 17; 2, 11; Heb 13, 14): porque nuestra morada, o como dice san Pablo en su Carta a los Filipenses, nuestra ciudadanía está en los Cielos (Phil 3, 20).
La confesión íntegra, medio de liberación III
Posted by: Ioseph
Confianza en la misericordia divina
Y aquí vuelve la consideración de la confianza, que debe acompañar el rechazo del pecado, la humilde acusación del mismo y la firme voluntad de no volver a pecar. Confianza es ejercicio, posible y debido, de la esperanza sobrenatural, por la que esperamos de la Bondad divina, por sus promesas y por los méritos de Jesucristo Salvador, la vida eterna y las gracias necesarias para conseguirla.
María Santísima nos dio a luz al pie de la Cruz
Posted by: Laudem Gloriae
“Los devotos de María no la llaman en vano con el nombre de Madre. Y no se cansan de invocarla con este dulce nombre. Ella es Madre nuestra, Madre espiritual, Madre de nuestra alma y de nuestra salvación.
Cuando el pecado quitó a nuestra alma la gracia de Dios, le quitó también la vida espiritual. Pero vino Jesucristo. Y movido por su gran misericordia murió en la cruz por nuestra salvación y nos devolvió la vida espiritual.
La inmortalidad del alma y sus consecuencias
Posted by: Nycticorax
Así como se conoce el árbol por sus frutos, se conocen los dogmas verdaderos por los buenos frutos que producen. La creencia en la inmortalidad del alma produce excelentes frutos: es para el hombre consuelo en la desventura, móvil de la virtud, fuente de los mayores heroísmos.
Leer más...La Gracia, el medio necesario para salvarse
Posted by: Nycticorax
El fin asignado al hombre es la felicidad de ver a Dios en la vida futura. Pero como este fin es sobrenatural, es decir, superior a la naturaleza humana, el hombre no puede conseguirlo con sus solas y propias fuerzas: necesita del socorro divino, que se llama gracia. Por ella, Dios eleva al hombre hasta sí y le hace capaz de participar de su vida, de su gloria y de su felicidad infinita. La gracia es, pues, el medio indispensable para la salvación.
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