
János Brenner
János Brenner nació el 27 de diciembre de 1931 en Szombathely (Hungría), en una familia profundamente religiosa. Tanto él como sus dos hermanos se hicieron sacerdotes.
Asistió a la Escuela Primaria Episcopal, luego a la escuela primaria de los monjes cistercienses en Pécs, y por último a la escuela primaria de los canónigos premonstratenses regulares en Szombathely.
Tras la nacionalización de las escuelas, pasa los exámenes de egreso en Zirc como oblato cisterciense, y después es admitido en el noviciado, donde recibe el nombre de Anasztáz.
Después de la disolución de las órdenes religiosas, estudió durante un año en la Academia Teológica de Budapest como laico, y luego lo hizo en el seminario de Szombathely como seminarista de la diócesis. Cuando el seminario fue cerrado, continuó sus estudios teológicos en Györ.
Fue ordenado sacerdote el 19 de junio de 1955.
El joven sacerdote comenzó su ministerio como capellán en Rábakethely. Llevó a cabo una actividad pastoral dinámica, especialmente entre los jóvenes. Las autoridades, que perseguían a la Iglesia, desaprobaron su actividad, sobre todo por medio de las represalias que siguieron a la revolución de 1956.
Durante la noche del 15 de diciembre de 1957, cuando preparaba su homilía dominical para el día siguiente, el Padre János recibió una llamada para que visitara un enfermo; la llamada era falsa. Tomó su portaviático -donde llevaba el Santísimo Sacramento- que usaba para visitar a los enfermos, y se fue a la aldea de Zsida por el camino que cruza las colinas. Fue atacado y brutalmente apuñalado 32 veces. La gente que vivía cerca llamó al médico, pero ya era demasiado tarde: el joven capellán había fallecido. Incluso mientras sufría las puñaladas, defendió con su mano izquierda la Eucaristía.
Fue enterrado el 18 de diciembre en la cripta familiar de la iglesia salesiana de San Quirinus en Szombathely. Su lema sacerdotal estaba inscrito en su tumba: “Todas las cosas obran juntas para el bien de los que aman a Dios”.
Fue beatificado el 1 de mayo de 2018.
Fuente: cf. es.catholic.net