El triunfo eucarístico argentino

Posted by: Lotario de Segni

Cong Eucar Buenos Aires 01 (02)

Este año se cumplieron setenta y siete años de la celebración del 32º Congreso Eucarístico Internacional de Buenos Aires, llevado a cabo del 10 al 14 de octubre de 1934. El escenario del congreso fue el Parque de Palermo y en este, el lugar donde se levanta el Monumento de los Españoles, "sin duda alguna el más grácil, sugerente e inspirado que existe en la ciudad. Poesía, arte e historia fundidas en el crisol del Genio. El monumento quedó oculto, cual reliquia de adoración, en el cofre níveo de la cruz... Era el corazón generoso y magnífico de la España eucarística y misionera...", según palabras del P. Gil Prieto.

El nueve de octubre el pueblo de Buenos Aires se lanza al puerto para recibir al Legado Pontificio, cardenal Eugenio Pacelli, quien cinco años después subirá al Solio Pontificio con el nombre de Pío XII. Al descender del barco el Señor Legado, el intendente de la ciudad de Buenos Aires, Dr. Mariano de Vedia y Mitre, dijo en su discurso:
"Saludo al representante del Soberano más grande de la tierra, cuyo imperio, por no fundarse en la fuerza de los ejércitos, sino en el amor de Jesucristo, nada tienen que temer los demás poderes de este mundo".
El día diez fue la primera expresión pública del fervor eucarístico y por la noche tuvo lugar la Hora Santa para sacerdotes en la Basílica del Santísimo Sacramento.

El día once recibieron la Primera Comunión 107.000 niños. he aquí un párrafo del P. Gil Prieto, cronista del congreso:
"Parece como si todos los ángeles del Empíreo hubiesen posado hoy sus alas en el templo perfumado de Palermo. La sublimidad de esta escena, cuyos protagonistas son los benjamines de los hogares argentinos, hace asomar a nuestros ojos lágrimas de emoción incontenible. Vemos los semblantes de los niños transfigurados de alegría, puros como lirios, serenos cual el día que nos alumbra. Visión de paz inefable, de belleza nunca imaginada y de ternura conmovedora, en cuya contemplación habría quedado en suspenso el pincel de Murillo…" A medianoche de ese mismo día, en la Plaza de Mayo, tuvo lugar la comunión de 300.000 hombres.

El doce de octubre, día de la raza, fue celebrada con gran pompa la Madre Patria, cuyo legado fue, según palabras del cardenal Pacelli, una fe tan profunda y robusta, que las tempestades de tantos siglos no han podido destruirla.
El día trece, día del Ejercito Argentino, siete mil soldados se acercan a la Sagrada Mesa para nutrirse con el Pan que fortalece a los débiles y dulcifica a los fuertes. En aquella oportunidad, Mons. Antonio Caggiano dijo:
"hemos querido que estuviese presente nuestro Ejercito, ya que él ha sido el forjador de nuestra nacionalidad y está al servicio de la ley, de la justicia y de las instituciones y es el guardián de la paz".

El día catorce fue el día del Triunfo del Congreso Eucarístico. Ese día el cardenal Pacelli celebró el solemne pontifical en el altar de Palermo al que asistieron más de dos millones de personas, concluido este se llevó el Ssmo. Sacramento por las calles de Buenos Aires en solemnísima procesión, y concluida la bendición con Su Divina Majestad, el Gral. Agustín P. Justo consagró nuestra Patria al Sagrado Corazón de Jesús.
Esta fue la herencia de nuestros padres, como buenos hijos debemos guardarla íntegra y transmitirla sin contaminación.

Fuente: Pbro. José María Baranda, Preludios Eucarísticos, Buenos Aires 1944