Siete consideraciones para cada día de la semana (III.b)

Posted by: Ioseph

San José 16 (52)
Muerte de San José

MARTES: La muerte (continuación)

3. - Considera también que del momento de tu muerte depende tu dicha o tu desdicha eterna. Estando a punto de dar el último suspiro y a la luz de aquel cirio ¡cuántas cosas veremos! La Iglesia enciende dos cirios para nosotros, uno en nuestro Bautismo, para mostrarnos los preceptos de la Ley de Dios, y el otro en el trance de nuestra muerte, para que podamos conocer si los hemos observado.

A la claridad de aquella última luz, verás, hijo mío, si has amado a Dios durante tu vida o si le has despreciado; si has respetado su santo Nombre o lo has blasfemado; verás las fiestas que has profanado, las Misas que no has oído, las desobediencias a tus superiores, el escándalo que has dado a tus compañeros; verás aquella soberbia, aquel orgullo que te engañaron; verás... Pero ¡oh Dios mío! todo esto lo verás en el momento en que se abrirá delante de ti el camino de la eternidad.
Moméntum a quo péndet aetérnitas. Sí, de aquel instante depende una eternidad de gloria o de tormento. ¿Comprendes lo que te digo? De aquel momento depende para ti el Paraíso o el infierno; el ser para siempre feliz o desgraciado; para siempre hijo de Dios o esclavo del demonio; o siempre gozar con los ángeles y santos en el Cielo, o gemir y arder para siempre con los condenados en el infierno.

Teme mucho por tu alma, y piensa que de una vida santa y buena depende una buena muerte y una eterna gloria. Por lo tanto, sin pérdida de tiempo, arregla tu conciencia con una buena confesión, prometiendo al Señor perdonar a tus enemigos, reparar los escándalos, ser más obediente, abstenerte de comer carne en los días prohibidos, no perder el tiempo, santificar los días consagrados a Dios y cumplir los deberes de tu estado. Y desde ahora, arrojándote a los pies de Jesús, dile:
“Señor y Dios mío, desde este momento me convierto a Vos: os amo, quiero serviros y amaros hasta la muerte. Virgen Santísima, Madre mía, ayudadme en aquel instante terrible. Jesús, José y María, en vuestros brazos expire en paz el alma mía”.

Fuente: San Juan Bosco, La juventud instruida

Siete consideraciones para cada día de la semana (III.a)

Posted by: Ioseph

Muerte 02 (03)
Buena muerte

MARTES: La muerte

l. - La muerte consiste en la separación del alma del cuerpo y en el abandono absoluto de las cosas de este mundo. Considera, pues, hijo mío, que tu alma debe necesariamente separarse de tu cuerpo, pero no sabes en qué lugar puede sorprenderte esta separación. No sabes si la muerte te sorprenderá en tu cama, en el trabajo, en la calle o en otro sitio.
La ruptura de una vena, un catarro, una fiebre, una caída, una herida, un terremoto, un rayo, son suficientes para quitarte la vida. Y esto puede sucederte en un año, en un mes, en una semana, en una hora, y quizá mientras lees u oyes leer estas páginas. ¡Cuántos se han acostado sanos por la noche, y han sido encontrados muertos al día siguiente! Otros, atacados de apoplejía, murieron de improviso. ¿Qué habrá sido de su alma? Si estaban en gracia, ¡dichosos de ellos! son eternamente felices; si en pecado, serán eternamente atormentados.
Y tú, hijo mío, si debieses morir en este momento, ¿qué sería de tu alma? ¡Desgraciado de ti si no estás preparado!, porque el que no está dispuesto a morir bien hoy, corre gran riesgo de morir mal.

2. - Aunque el lugar y la hora de tu muerte no te sean conocidos, no puedes dudar empero que están irrevocablemente determinados. Y aunque, como quiero esperar, no te sorprenda una muerte repentina, sin embargo la última hora de tu vida debe llegar, y en esa hora, tendido en un lecho, asistido por un sacerdote que rezará por ti las oraciones de los agonizantes, rodeado de tu familia afligida, con el crucifijo a un lado y el cirio bendito encendido al otro, te encontrarás a la puerta de la eternidad. Tu cabeza dolorida no encontrará reposo, tus ojos no tardarán en oscurecerse tu lengua estará ardiendo, tu pecho oprimido, la sangre se helará en tus venas, tu cuerpo será traspasado por mil dolores. En cuanto tu alma haya abandonado tu cuerpo, éste, revestido de un sudario, será arrojado a una fosa, en donde se convertirá en podredumbre; los gusanos pronto lo devorarán, no quedando ya de ti sino algunos huesos descarnados y un poco de polvo infecto.

Abre la tumba de un joven rico, de un hombre ambicioso y poderoso en el mundo, y mira lo que queda de ellos: pues lo mismo te sucederá a ti. ¡Oh hijo mío! que estos pensamientos te hagan tomar la resolución eficaz de asegurarte una buena muerte. Ahora el demonio, para inducirte a pecar, se esfuerza en distraerte de este pensamiento, en cubrir y excusar la culpa, diciéndote que no hay gran mal en aquel placer, en aquella desobediencia, en faltar a la Misa en los días festivos; pero en el momento de la muerte te hará conocer la gravedad de tus faltas y te las representará todas vivamente. ¿Qué le responderás tú en aquel terrible instante? ¡Ay de aquel que entonces se encontrare en desgracia de Dios!

Fuente: San Juan Bosco, La juventud instruida

Visión de una persona que muere en pecado

Posted by: Laudem Gloriae

Muerte 01 (01)

Santa Teresa cuenta así la visión que tuvo de una persona que murió en pecado mortal:

Otra vez me acaeció otra cosa que me espantó muy mucho. Estaba en una parte adonde se murió cierta persona que había vivido harto mal, según supe, y muchos años; más hacía dos años que tenía enfermedad y en algunas cosas parece estaba con enmienda. Murió sin confesión, mas, con todo esto, no me parecía a mí que se había de condenar. Estando amortajando el cuerpo, vi muchos demonios tomar aquel cuerpo, y parecía que jugaban con él, y hacían también justicias en él, que a mí me puso gran pavor, que con garfios grandes le traían de uno en otro.
Como le vi llevar a enterrar con la honra y ceremonias que a todos, yo estaba pensando la bondad de Dios cómo no quería fuese infamada aquel alma, sino que fuese encubierto ser su enemiga.

Estaba yo medio boba de lo que había visto. En todo el Oficio no vi más demonio. Después, cuando echaron el cuerpo en la sepultura, era tanta la multitud que estaban dentro para tomarle, que yo estaba fuera de mí de verlo, y no era menester poco ánimo para disimularlo. Consideraba qué harían de aquella alma cuando así se enseñoreaban del triste cuerpo. Pluguiera al Señor que esto que yo vi ¡cosa tan espantosa! vieran todos los que están en mal estado, que me parece fuera gran cosa para hacerlos vivir bien.

Fuente: Cf. Santa Teresa de Jesús, Libro de la Vida, Cap. 38, 24 y 25.

Cuán falsa y engañosa es la felicidad de este mundo (VI)

Posted by: Nycticorax

Pecado 01 (01)

d) Por la ceguedad y tinieblas en que vivimos: A esta muchedumbre de lazos y peligros se añade otra miseria que los hace mayores, que es la ceguedad y tinieblas de los mundanos, la cual convenientísimamente es figurada por aquellas tinieblas de Egipto (Ex 10, 21), las cuales eran tan espesas, que se podían palpar con las manos y que en aquellos tres días que duraron ninguno se movió del lugar donde estaba, ni vio al prójimo que al lado de sí tenía. Tales son, por cierto, y mucho más palpables, las tinieblas que el mundo padece. Si no, discurriendo ahora por las cegueras y desatinos de él, dime: ¿qué mayor ceguedad que creer los hombres lo que creen y vivir de la manera que viven? ¿Qué mayor ceguedad que hacer tanto caso de los hombres y tan poco de Dios, tener tanta cuenta con las leyes del mundo y tan pocas con las de Dios; trabajar tanto por este cuerpo, que es una bestia bruta, y tan poco por el alma, que es imagen de la Majestad divina; atesorar tanto para esta vida, que mañana se ha de acabar, y no recoger nada para la otra, que para siempre ha de durar; hacerse pedazos por los intereses de la tierra y no dar un paso por los bienes del cielo?

¿Qué mayor ceguedad que, sabiendo tan cierto que hemos de morir y que en aquella hora se ha de determinar lo que para siempre ha de ser de nuestra vida, vivamos tan descuidados como si siempre hubiéramos de vivir? Porque ¿qué menos hacen los malos habiendo de morir mañana que si hubieran de vivir para siempre? ¿Qué mayor ceguedad que, por la golosina de un apetito, perder el derecho del cielo; tener tanta cuenta con la hacienda y tan poca con la conciencia; querer que todas tus cosas sean buenas y no querer que tu propia vida lo sea?

De estas ceguedades hallarás tantas en el mundo, que te parecerá estar los hombres como encantados y hechizados de tal manera que teniendo ojos no ven y teniendo oídos no oyen, y teniendo la vista más aguda que de linces para ver las cosas de la tierra, la tienen más que de topos para ver las cosas del cielo; como en figura acaeció a San Pablo cuando iba a perseguir la Iglesia, el cual, después que fue derribado en tierra, abiertos los ojos, ninguna cosa veía. Pues así acaece a estos miserables que, teniendo los ojos tan abiertos para las cosas del mundo, los tengan tan cerrados para las cosas de Dios.

Fuente: Fray Luis de Granada O.P., Obra Selecta

El justo no teme la muerte

Posted by: Nycticorax

San José 14 (13b)
Muerte de San José

Los justos no tienen por qué temer la muerte, antes bien, mueren alabando y dando gracias a Dios por su acabamiento, pues en él acaban sus trabajos y comienza su felicidad. Y así dice San Agustín sobre la epístola de San Juan: El que desea ser desatado y verse con Cristo no se ha de decir de él que muere con paciencia, sino que vive con paciencia y muere con alegría.

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Postrimerías

Posted by: Juan Sobiesky

Postrimerías 01 (05)
Fin de la gloria del mundo

"Meditare Novissima tua et in aeternum non peccabis.” (Ecli 7, 40)
"Recuerda tus postrimerías, y nunca pecarás.”


MUERTE - JUICIO - INFIERNO - CIELO

MUERTE:
Dios no ha creado la muerte, sino que ésta vino por el pecado del hombre y es como su salario, por eso los hombres no estamos preparados para morir, ya que tenemos deseos de eternidad y nos repugna la muerte. Pero ésta llegará inexorablemente, y por eso es mejor prepararse a dar ese paso tan importante, ese salto a la eternidad del cual dependerá nuestro destino eterno.

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La consideración de la muerte (III)

Posted by: Nycticorax

Sacramentos 03 (03)
Sacramentos del Matrimonio y de la Unción

b) Nos aparta del pecado: (Continuación) Por esto es de creer cierto que el demonio trabaja cuanto puede por hacernos perder esta memoria; porque sabe él muy bien cuánto ganaríamos con ella. Porque de otra manera, ¿cómo sería posible olvidarse los hombres de una cosa tan terrible y tan espantable y que tan de cierto saben que ha de venir por sus casas?

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La consideración de la muerte (II)

Posted by: Nycticorax

Sacramentos 02 (02)

b) Nos aparta del pecado: Lo segundo, aprovecha esta consideración para apartarnos del pecado, según que lo testifica el Eclesiástico diciendo (7, 40): Acuérdate de tus postrimerías y nunca jamás pecarás. Gran cosa es no pecar, y gran remedio es para esto acordarse el hombre que ha de morir.

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La consideración de la muerte (I)

Posted by: Nycticorax

Muerte del alma fiel 02 (02)

Llegando al final del actual año litúrgico -tiempo en que se nos recuerda también nuestro fin y el fin del mundo presente- presentaremos una serie de artículos que nos ayudarán a meditar sobre estas tan olvidadas realidades -llamadas “novísimos”-: muerte, juicio, infierno y gloria.

La consideración de la muerte produce en nosotros tres frutos importantes:
a)
Ordena nuestra vida: Lo primero para alcanzar la verdadera sabiduría es saber el hombre regir y ordenar su vida. Porque, como dicen los filósofos, en las cosas que se ordenan a algún fin, la regla y la medida para encaminarlas se toma del mismo fin. Y por esto los que edifican, y los que navegan, y, finalmente, todos los que algo quieren hacer, siempre ponen los ojos en el fin que pretenden, y conforme a él encaminan todo lo demás.

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Reflexiones de fin de año

Posted by: Laudem Gloriae

Reloj de arena 01 (01)

Ya llegaste al fin de este año; ¿será acaso también el fin de tus infidelidades y de tus ingratitudes? ¿Cómo has vivido? ¿Puedes decir que hayas dado un día de este año enteramente a Dios? Pues sabe que todo lo que no hayas hecho por Dios es totalmente perdido.

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Tres pensamientos para el fin de año

Posted by: Lotario de Segni

San José 08 (37)
Muerte de San José

Cada vez que el calendario nos recuerda que se acerca el fin de un año civil, no pueden menos de preocupar al hombre pensador, y más todavía al fiel cristiano, estos tres graves pensamientos:
1)
El tiempo pasa.- El presente año ha pasado como un soplo, y con él pasarán todos los que nos restan vivir, sean pocos, sean muchos; sean felices, sean desgraciados.

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Muramos con Cristo y viviremos con Él

Posted by: Ioseph

Muerte del alma fiel 01 (01)
Envío extraordinario por el día
de Todos los Difuntos

Vemos que la muerte es una ganancia y la vida un sufrimiento. Por esto dice san Pablo: “Para mí la vida es Cristo, y la muerte una ganancia”. Cristo, a través de la muerte corporal, se nos convierte en espíritu de vida.

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Santidad Argentina (III)

Posted by: Corim

Madre María Benita Arias 02 (02)

Madre María Benita Arias. Segunda parte.
 
En la entrega anterior hemos comenzado a recorrer la vida de la Madre Benita, desde su nacimiento, pasando por los hechos más relevantes, hasta llegar a su primer retiro espiritual ignaciano. Consideraremos un poco más algunas anotaciones que en dicho retiro hiciera la Madre María Benita:

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El mayor consuelo en la hora de la muerte

Posted by: Laudem Gloriae

Fieles Difuntos

En el mes de María, procuremos conocer más a nuestra dulcísima Madre. Meditemos cómo defiende ella a sus devotos en la hora de la muerte. El texto está extraído de “Las Glorias de María”, de S. Alfonso María de Ligorio.

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Bienaventurados los que mueren en el Señor

Posted by: Laudem Gloriae

Purgatorio 01 (02)

“El día de los muertos nos hace meditar no sólo en la muerte de las personas queridas, sino también en la nuestra. La muerte es un castigo, y por lo tanto lleva consigo necesariamente un sentimiento de pena, de temor y de miedo; también los Santos lo han experimentado y el mismo Jesús lo quiso experimentar.

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