Publicado por: Servus Cordis Iesu
Es patrona y modelo de almas contemplativas. Los santos, los místicos, los pecadores tocados por la gracia, gustan leer las páginas del Evangelio que revelan su amor a Jesús y el amor de Jesús hacia ella.
En tu morada sobre la tierra, oh Jesús, Señor mío, y en la dichosa vida que tuviste en el mundo por espacio de tres años, como Mesías de la Judea y como Salvador del mundo, obraste muchos milagros, concediste muchas gracias y elegiste muchas almas para atraerlas en pos de Tí. Pero la elección más rara de tu amor, el más digno objeto de tus favores, la obra maestra de tus gracias, el mayor de tus milagros le obraste en ella.
Cuando caminabas por la tierra realizando tus obras maravillosas, oh Señor, miraste a muchas almas, pero tus más dulces miradas, oh sol de justicia, y tus rayos más poderosos fueron para esta alma. La sacaste de la muerte a la vida; de la vanidad a la verdad; de la creatura al Creador y de ella a ti mismo. Transportaste tu espíritu al suyo y en un momento derramaste en su corazón un torrente de lágrimas que caen a tus pies y los riegan, y hacen un baño saludable que lava santa y suavemente a esta alma pecadora que las derrama. La diste en un instante una gracia tan abundante que comienza donde las otras apenas acaban, de modo que, desde el primer paso de su conversión, se encuentra en la cumbre de la perfección, gozando de amor tan profundo que fue digna de recibir la alabanza de tu sagrada boca, cuando te dignaste defenderla de sus émulos y terminar su justificación con estas dulces palabras: “Amó mucho”. He aquí los primeros homenajes rendidos a esos santos pies, y manantial de santidad desde que caminan sobre la tierra para la salvación del mundo y gloria del Padre. Y he aquí también las primeras gracias y favores emanados de esos divinos pies. Estos pies son sagrados y divinos, son suaves y adorables, son también divinos; y no obstante se emplearon, se fatigaron por los pecadores y serán un día taladrados para derramar la sangre que lavará al mundo. De estos sagrados pies mana ahora una Fuente de gracia y pureza para esta alma privilegiada, una de las más principales en seguir y amar a Jesús. Y de este Corazón humillado, o mejor dicho, clavado a sus pies divinos, sale una Fuente de agua viva que lava la pureza misma al lavar los pies de Jesús. Dos manantiales y admirables arroyos: una de estas fuentes sale de los pies de Jesús y corre hasta la Magdalena y la otra sale del corazón de la Magdalena y va hasta los pies de Jesús; dos fuentes vivas y celestiales, y celestiales en la tierra, porque la tierra es también un cielo, puesto que Jesús está en la tierra. Este corazón pues de Magdalena, impuro en otro tiempo, es ahora un corazón puro y celestial y de él sale agua viva adecuada para lavar a Jesús. Y por eso Jesús se complace en este baño como en un baño que le es querido y delicioso, que enaltece a la Magdalena y reprocha al fariseo.
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