
Fragmento:
“No he venido a traer paz, sino espada.”
— Cfr. Mateo 10, 34.
Reflexión:
La cruz separa al alma del mundo y la une más estrechamente a Cristo. No se trata de guerra exterior, sino de combate interior contra el pecado y el amor propio. Hoy, abracemos con fe la cruz que nos toque.
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