Fragmento:
“El Cielo es la meta final de nuestra existencia. Allí, contemplaremos a Dios cara a cara y gozaremos de su amor por toda la eternidad. Las penas y dificultades de esta vida no son más que un breve preludio comparado con la gloria que nos espera en el Reino de los Cielos.”
— Cfr. San Pablo, Epístola a los Romanos 8:18.
Reflexión:
El Cielo es el lugar donde toda tristeza y sufrimiento desaparecen, y solo queda el gozo eterno de estar con Dios. Esta esperanza debe animarnos a perseverar en medio de las pruebas de esta vida, sabiendo que todo lo que vivimos aquí es temporal, mientras que la felicidad en el Cielo es eterna. Hoy, pidamos a Dios que mantenga nuestra mirada fija en el Cielo y que nos dé la fuerza para vivir con la esperanza de alcanzar esa gloria eterna.
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