
Fragmento:
“Venid a mí todos los que estáis cansados y agobiados, y yo os aliviaré.”
— Mateo 11, 28.
Reflexión:
En Cristo hallamos el alivio que el mundo no puede dar. Su yugo es suave porque lo llevamos con amor, y su carga ligera porque la comparte con nosotros. Descansar en Él es aprender a confiar plenamente.
Descubre más desde ARCADEI
Suscríbete y recibe las últimas entradas en tu correo electrónico.