El Pecado y la Conversión

Fragmento:

“El pecado nos separa de Dios, pero su misericordia siempre está dispuesta a acogernos de nuevo si nos arrepentimos sinceramente. La conversión no es un acto único, sino un proceso continuo de alejarnos del mal y volvernos hacia Dios.”

— San Gregorio Magno, Homilías sobre los Evangelios, 34, 12.

Reflexión:

El pecado es una realidad en nuestra vida, pero nunca debe llevarnos a la desesperación. Dios siempre nos ofrece el camino del arrepentimiento y la conversión. Este proceso de volver a Dios debe ser constante, un esfuerzo diario por dejar atrás el pecado y vivir según su voluntad. Hoy, examinemos nuestro corazón y pidamos la gracia de una verdadera conversión, alejándonos de lo que nos separa de Dios y abrazando su amor.


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