
Fragmento:
“Nadie será coronado, sino el que legítimamente peleare.”
— 2 Timoteo 2, 5.
Reflexión:
La vida cristiana es lucha: contra el pecado, contra el mundo, contra nosotros mismos. Pero no estamos solos. Cristo pelea con nosotros. Y al que lucha con rectitud, con perseverancia, le está reservada la corona. La generosidad consiste en no rendirse, aun cuando todo parezca oscuro. El premio es eterno.
Descubre más desde ARCADEI
Suscríbete y recibe las últimas entradas en tu correo electrónico.