
Fragmento:
“Cuanto más te rebajes ante Dios, más se inclinará Él hacia ti.”
— San Bernardo de Claraval, Sermón sobre los Cantares, n.º 15.
Reflexión:
La humildad no es despreciarse, sino reconocerse como criatura necesitada de Dios. Es la verdad que abre las puertas del Corazón divino. Hoy, pidamos esta virtud tan amada por Jesús, y rechacemos toda soberbia, aun la más sutil.
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