
Fragmento:
“La limosna libra de la muerte y purifica de todo pecado.”
— Cfr. Tobías 12, 9.
Reflexión:
La caridad material, hecha con amor y discreción, es un perfume que sube hasta Dios. No se mide por la cantidad, sino por el corazón que da. Quien socorre al pobre, toca a Cristo mismo.
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