La Obediencia

Fragmento:

“La obediencia es la madre de todas las virtudes, porque es el acto supremo de humildad y sumisión a la voluntad de Dios. A través de la obediencia, el alma crece en santidad, conformando su vida a la de Cristo, que fue obediente hasta la muerte.”

— Santo Tomás de Aquino, Summa Theologiae, II-II, q. 104, a. 3.

Reflexión:

La obediencia es una virtud que nos libera de nuestro propio egoísmo y orgullo, y nos permite vivir conforme a la voluntad de Dios. Cristo mismo nos dio el ejemplo supremo de obediencia en su vida y en su muerte. Hoy, pidamos la gracia de ser obedientes a Dios en todas las circunstancias de nuestra vida, sabiendo que a través de la obediencia nos acercamos más a Cristo y crecemos en santidad.


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