
Fragmento:
“Lavaron sus vestiduras y las blanquearon en la Sangre del Cordero.”
— Cfr. Apocalipsis 7, 14.
Reflexión:
Nuestra esperanza está en Cristo, que con su Sangre nos purifica y nos da la vida eterna. Hoy, pongamos en sus manos nuestras luchas y caídas, confiando en su gracia que nos levanta y nos purifica.
Descubre más desde ARCADEI
Suscríbete y recibe las últimas entradas en tu correo electrónico.