
Fragmento:
“En la tribulación, paciencia; en la oración, perseverancia.”
— Cfr. Romanos 12, 12.
Reflexión:
El cristiano no está exento de pruebas, pero tiene un tesoro que el mundo no conoce: la alegría sobrenatural que brota de la unión con Cristo. Las dificultades son ocasiones para crecer en paciencia, y la paciencia, unida a la oración, produce un gozo que ninguna adversidad puede apagar.
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