
Fragmento:
“Dichoso el hombre que soporta la tentación, porque probado, recibirá la corona de la vida.”
— Santiago 1, 12.
Reflexión:
La tentación no es pecado, sino ocasión de mérito si se rechaza con firmeza. Dios permite la prueba para fortalecernos, no para hacernos caer. Hoy, estemos vigilantes, pidamos ayuda al Cielo, y rechacemos con prontitud todo lo que pueda alejarnos del bien.
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