La inquietud del corazón

Fragmento:

“Nos hiciste, Señor, para Ti, y nuestro corazón está inquieto hasta que descanse en Ti.”

— San Agustín, Confesiones, I, 1.

Reflexión:

Todo anhelo humano es, en el fondo, sed de Dios. Buscamos la felicidad en mil cosas, pero sólo en Él hallamos reposo. Reconocer esta verdad es el primer paso para ordenar nuestra vida hacia su fin último.


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