Fragmento:
“Dios, en su infinita misericordia, nos ha dado el sacramento de la Confesión para que, arrepentidos de corazón, podamos ser limpiados de nuestros pecados y reconciliarnos con Él. No hay falta tan grave que, con sincero arrepentimiento, Dios no pueda perdonar.”
— San Juan Crisóstomo, Homilía sobre la penitencia.
Reflexión:
La Confesión es un regalo de la misericordia divina que nos permite empezar de nuevo. No importa cuán lejos hayamos caído, siempre podemos volver a Dios si nos arrepentimos sinceramente. Hoy, reflexionemos sobre la grandeza del perdón de Dios y acerquémonos a la Confesión con un corazón humilde y contrito, agradeciendo el don de su misericordia.
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