
Fragmento:
“Es necesario obedecer a Dios antes que a los hombres.”
— Hechos 5, 29.
Reflexión:
La fidelidad a Dios exige a veces ir contra corriente. Cuando el mundo pide lo contrario de lo que Dios manda, el alma creyente se mantiene firme, segura de que sólo la obediencia a Él conduce a la vida.
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