
Fragmento:
“Como por la desobediencia de un hombre muchos fueron constituidos pecadores, así por la obediencia de uno solo muchos serán constituidos justos.”
— Romanos 5, 19.
Reflexión:
La obediencia de Cristo, hasta la muerte de cruz, es fuente de salvación para todos. Nuestra obediencia, humilde y confiada, nos une a la suya y hace fecunda nuestra vida.
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