El Desapego de los Bienes Materiales

Fragmento:

“Bienaventurados los pobres de espíritu, porque de ellos es el reino de los cielos. Quien se desapega de los bienes de este mundo y pone su corazón en Dios, encuentra la verdadera libertad y la paz interior.”

— San Francisco de Asís, Admoniciones, cap. 2.

Reflexión:

El desapego de los bienes materiales no significa despreciarlos, sino reconocer que no son el fin último de nuestra vida. Solo cuando nuestro corazón está libre de ataduras terrenales, podemos llenarlo plenamente de Dios. Hoy, examinemos nuestras actitudes hacia los bienes materiales y pidamos la gracia de vivir con un corazón desapegado, buscando siempre primero el reino de los cielos.


Descubre más desde ARCADEI

Suscríbete y recibe las últimas entradas en tu correo electrónico.