
Fragmento:
“El que ama la soledad, se libra de muchas ocasiones; y hallará en la celda lo que muchas veces perdería fuera de ella.”
— Tomás de Kempis, “Imitación de Cristo”, I, 20.
Reflexión:
El recogimiento interior, cultivado incluso en medio del bullicio, permite al alma vivir en paz y mantener la unión con Dios. La soledad buscada para Dios no es huida del mundo, sino elección de lo esencial. En el silencio del alma recogida, el Señor habla al corazón.
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