Necesidad de la castidad y pobreza sacerdotal (II)

Posted by: Lotario de Segni

San Juan María Vianney 01 (25)
San Juan María Vianney, el Cura de Ars

Importantes moniciones del Papa Pío XII dirigidas a los sacerdotes, pero que bien pueden aplicarse, proporcionalmente, a todo fiel.
(Segunda parte: pobreza)


Pero no juzguéis que sea bastante el que por la castidad hayáis renunciado a todos los placeres de la carne, y que por vuestra obediencia hayáis sometido plenamente vuestra voluntad a vuestros superiores; necesario es, asimismo, que vuestro espíritu se halle cada día más alejado de las riquezas y de las cosas terrenales. Una y otra vez os exhortamos, amados hijos, a que no améis demasiado las cosas caducas y perecederas de este mundo; procurad, más bien -con suma veneración-, tomar como modelos a los grandes santos de tiempos pasados y de los nuestros; pues ellos, uniendo la renuncia necesaria de los bienes temporales a una suma confianza en la divina Providencia y al más ardiente celo sacerdotal, realizaron las obras más admirables confiados tan sólo en Dios que nunca niega los medios que sean necesarios.

Aun los mismos sacerdotes
seculares, que no hacen profesión de pobreza por voto especial, deberán conducirse por un amor a la pobreza, que se muestre claro, así en su vida -sencilla y modesta-, como en su habitación -sin suntuosidad- y en su largueza generosa para con los pobres. Y, sobre todo, se abstengan de participar en las empresas económicas, que les apartarán del cumplimiento de sus deberes pastorales, y harán disminuir la consideración de los fieles hacia ellos. Porque el sacerdote, obligado como está a procurar por todos los medios la salvación de las almas, debe considerar como suya aquella sentencia del apóstol San Pablo: «No busco vuestras cosas, a vosotros busco» (2Co 12, 14).

Fuente: S.S. Pío XII, Exhortación Apostólica “Menti Nostrae” sobre la santidad de la vida sacerdotal, 23 de septiembre de 1950