Nuestra Señora del Perpetuo Socorro

Posted by: Lotario de Segni

Perpetuo Socorro 01 (08)

Hacia el siglo XV un piadoso comerciante de la isla de Creta, quería salvar a toda costa de la invasión musulmana su más precioso tesoro, nada menos que un cuadro hermosísimo de la Madre de Dios. Abandona su querida patria y se embarca para Italia, llevando consigo la imagen. María Santísima no tardó en recompensar el amor de su fiel servidor.
Poco después de haber levado anclas, una furiosa tempestad se desencadena. En vano la tripulación lucha contra la violencia del vendaval. El piadoso mercader es el único que conserva la serenidad. Muestra su cuadro a toda la tripulación y los excita a que se pongan bajo la tutela de la Santísima Virgen. Todos caen de rodillas e invocan a María, más tarde el viento amaina, las nubes se disipan, y días después llegaban todos felizmente a Italia.

Poco después de su llegada a Roma fallece el mercader, habiendo encargado a uno de sus amigos que haga exponer la imagen a la veneración de los fieles en cualquier iglesia. Pero el cuadro quedó oculto en la casa de este amigo porque su esposa lo ocultó para que no se lo llevasen. Calló el hombre para no disgustar a su consorte, pero la Madre de Dios no guardó silencio. María se le apareció tres veces en sueños y le declaró que si no cumplía la palabra dada al difunto mercader vendría sobre él gravísimo castigo. Lo contó de inmediato a su mujer, la cual le contestó desagradablemente, y él guardó silencio. Al poco tiempo enfermó y murió.
La esposa no hizo caso de aquel suceso, entonces la Santísima Virgen se apareció a la menor de las niñas de la casa y le dijo que avisara a su madre y a su abuelo que Nuestra Señora del Perpetuo Socorro quería ser expuesta en una iglesia. La madre se conmovió y pidió al cielo que le hiciera saber en cual iglesia quería ser expuesta la Virgen. La Madre de Dios se apareció de nuevo a la niña y le dijo que quería ser expuesta entre la iglesia de Santa María la Mayor y la de San Juan de Letrán, la iglesia de San Mateo in Merulana. La traslación se hizo con gran concurso de pueblo el 27 de marzo de 1499.

En 1799, los revolucionarios franceses destruyeron dicho templo, pero los religiosos agustinos que lo custodiaban pudieron rescatar el cuadro. Hacia 1860 los redentoristas se establecieron en dicha iglesia ya reconstruida y después de varias circunstancias providenciales encontraron la sagrada imagen y obtuvieron del papa Pío IX la posesión de la milagrosa imagen. Desde entonces se venera dicho cuadro bajo la advocación de Nuestra Señora del Perpetuo Socorro.

Fuente: Hermano Mutien Marie, H.E.C., Cómo amar y hacer amar a María, segunda edición, ed. Stella, Buenos Aires 1954; y Devocionario de la Congregación del Santísimo Redentor, de autor desconocido