San Francisco de Asís

Posted by: Nycticorax

San Francisco de Asís 06 (42)

San Francisco de Asís renunció a su patrimonio y puso en práctica de modo perfecto el consejo del Evangelio: “No llevéis oro, ni plata, ni dinero alguno en vuestros bolsillos; ni alforja para el viaje, ni más de una túnica, ni un calzado, ni cayado” (Mt 10, 9-10).

Francisco, en la santa LOCURA DEL AMOR, reunió en torno suyo millares de discípulos, sin otro tesoro para alimentarlos y premiarlos que la confianza en Jesús, Rey de los pobres. Y, cosa de admiración, quiso establecer su Orden teniendo como base LA POBREZA: y ¡con cuanta energía refutó las objeciones que le hicieron!
“No soy yo –decía- quien puse en la Regla estas prescripciones; fue el mismo Jesucristo, y yo no puedo suprimir ninguna de sus palabras” ¡Qué feliz Francisco, al comprender que la pobreza trueca la codicia de los bienes pasajeros por el amor del Bien supremo y eterno!

Imposible es amar a Jesús y no RENUNCIAR a los obstáculos que nos impiden elevarnos hasta Él. Nos quejamos de no saber orar ni meditar sin distraernos. Si tuviéramos el alma tan despegada de las criaturas como tenía la suya San Francisco, entonces, lo mismo que él estaríamos enamorados de Jesús y no podríamos olvidarle jamás. Los bienes de la gracia inflamarían nuestros deseos y, como el Santo de Asís, aborreceríamos las vanidades del mundo, los deleites de los sentidos y los honores efímeros, porque comprenderíamos que todo esto es indigno del alma inmortal.

¡Dios mío! Pertenezco a tu Hijo divino por derecho de Creación y Redención, y suyos son, por tanto, todos los latidos de mi corazón. Concédeme la gracia de amarle y de buscar en todo su divino beneplácito. Amén.

Fuente: Cfr. L. B. c. ss. R., Manual de Meditaciones