Domingo de Quasimodo o in Albis

Publicado por: Servus Cordis Iesu

Este día es el octavo que celebramos la Pascua. Nos recuerda las alegrías y grandezas del único y solemne Domingo que reunió a toda la cristiandad en un mismo sentimiento de triunfo. Es el día de la luz que oscurece al antiguo Sábado; en adelante el primer día de la semana es el día sagrado. La Pascua está, pues, para siempre fijada en Domingo y todo domingo en adelante será una Pascua.

Nuestro divino resucitado ha querido que su Iglesia comprendiese así el misterio; pues, teniendo la intención de mostrarse por segunda vez a sus discípulos reunidos, esperó, para hacerlo, la vuelta del Domingo. Durante todos los días precedentes dejó a Tomás presa de sus dudas; no quiso hasta hoy venir en su socorro, manifestándose a este Apóstol, en presencia de los otros, y obligándole a renunciar a su incredulidad ante la evidencia más palpable. Hoy, pues, el Domingo recibe de parte de Cristo su último título de gloria, esperando que el Espíritu Santo descienda del cielo para venir a iluminarle con sus luces y hacer de este día, ya tan favorecido, la era de la fundación de la Iglesia cristiana.

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