
Fragmento:
“Pedid y se os dará; buscad y hallaréis; llamad y se os abrirá.”
— Mateo 7, 7.
Reflexión:
La oración es la llave del Corazón de Dios. Él desea que insistamos, no porque no nos escuche, sino porque al orar crecemos en fe, humildad y abandono. Hoy, volvamos a pedir con confianza lo que necesitamos, seguros de que el Padre bueno escucha y actúa.