
Fragmento:
“Quien es todopura no podía conocer la corrupción del sepulcro.”
— San Juan Damasceno (s. VIII).
Reflexión:
La Asunción de María es un canto a la victoria de la gracia. Preservada del pecado, fue también preservada de la corrupción, y llevada al cielo en cuerpo y alma. Su gloria es prenda de nuestra esperanza: donde está Ella, espera la Iglesia llegar un día, si seguimos sus huellas.