
Fragmento:
“El que pide, recibe; el que busca, halla; y al que llama, se le abre.”
— Mateo 7, 8.
Reflexión:
Dios no se deja ganar en generosidad, pero quiere que le supliquemos con humildad y constancia. Hoy, recemos con confianza, sin desanimarnos por las demoras: Él responde a su tiempo y para nuestro bien.