El descanso en Dios

Fragmento:

“Venid a mí todos los que estáis cansados y agobiados, y yo os aliviaré.”

— Mateo 11, 28.

Reflexión:

En Cristo hallamos el alivio que el mundo no puede dar. Su yugo es suave porque lo llevamos con amor, y su carga ligera porque la comparte con nosotros. Descansar en Él es aprender a confiar plenamente.

El Corazón de Cristo, refugio y esperanza

Fragmento:

«Refugio seguro es para el alma el Corazón abierto del Salvador.»

— San Buenaventura, Vitis mystica.

Reflexión:

En el Corazón de Cristo encontramos descanso y paz en medio de las tempestades. Hoy, entremos en ese Corazón por la oración y dejemos allí nuestras cargas, seguros de su protección.