
Fragmento:
“Dios es nuestro amparo y fortaleza, socorro en las tribulaciones, siempre pronto.”
— Salmo 45, 2.
Reflexión:
Cuando la vida parece difícil y todo se tambalea, el alma fiel encuentra en Dios su roca. Él nunca abandona a quienes en Él confían, sino que los fortalece y acompaña. Recordar esto en la tribulación es fuente de esperanza y paz.