
Fragmento:
«Refugio seguro es para el alma el Corazón abierto del Salvador.»
— San Buenaventura, Vitis mystica.
Reflexión:
En el Corazón de Cristo encontramos descanso y paz en medio de las tempestades. Hoy, entremos en ese Corazón por la oración y dejemos allí nuestras cargas, seguros de su protección.