
Fragmento:
“El que se humilla será ensalzado.”
— Cfr. Lucas 14, 11.
Reflexión:
Dios mira con complacencia al humilde y le concede gracias especiales. La humildad no es despreciarse, sino reconocerse necesitado de Dios en todo. Hoy, practiquemos un acto de humildad, aceptando con paz alguna contrariedad por amor a Dios.