La fidelidad en lo pequeño

Fragmento:

“El que es fiel en lo poco, también es fiel en lo mucho.”

— Lucas 16, 10.

Reflexión:

La santidad se construye en los detalles. Ser fiel en lo pequeño es la mejor preparación para las grandes pruebas, y es el signo de un corazón entero para Dios.

La fidelidad hasta la muerte

Fragmento:

“Sé fiel hasta la muerte, y te daré la corona de la vida.”

— Cfr. Apocalipsis 2, 10.

Reflexión:

La perseverancia final es don y premio de Dios. Quien permanece fiel en la prueba extrema manifiesta que ha puesto su esperanza en el cielo. La corona no es para los que empiezan bien, sino para los que acaban amando hasta el fin.

El valor de las pequeñas cosas

Fragmento:

“Fidelidad en lo poco, para ser puesto sobre lo mucho.”

— Cfr. Mateo 25, 21.

Reflexión:

La santidad se teje en lo cotidiano: un deber cumplido, una palabra amable, un sacrificio escondido. Dios ve lo que el mundo ignora, y premia con abundancia al que es fiel en lo pequeño, porque ahí se prueba el amor verdadero.

Santidad en la vida ordinaria

Fragmento:

«El que es fiel en lo poco, también es fiel en lo mucho.»

— Cfr. Lucas 16, 10.

Reflexión:

Dios no pide grandes obras, sino amor en las cosas pequeñas. Cada deber cotidiano, hecho por amor a Él, se transforma en ofrenda agradable. Hoy, santifiquemos lo ordinario, convencidos de que allí nos espera el Señor.

La fidelidad en la tentación

Fragmento:

“Dichoso el hombre que soporta la tentación, porque probado, recibirá la corona de la vida.”

— Santiago 1, 12.

Reflexión:

La tentación no es pecado, sino ocasión de mérito si se rechaza con firmeza. Dios permite la prueba para fortalecernos, no para hacernos caer. Hoy, estemos vigilantes, pidamos ayuda al Cielo, y rechacemos con prontitud todo lo que pueda alejarnos del bien.