
Fragmento:
“El que no toma su cruz y me sigue, no es digno de mí.”
— Mateo 10, 38.
Reflexión:
La cruz es el camino que nos lleva a seguir a Cristo en su entrega total. Abrazar nuestras cruces diarias con fe y amor nos une más profundamente a su sacrificio redentor. Hoy, pidamos la fuerza para aceptar nuestras cruces, sabiendo que en ellas encontramos la verdadera vida.