La limpieza del corazón

Fragmento:

“Bienaventurados los limpios de corazón, porque ellos verán a Dios.”

— Mateo 5, 8.

Reflexión:

La pureza de corazón es claridad de intención, rectitud en los pensamientos y transparencia en las acciones. Un corazón limpio no se dispersa en lo superficial, sino que busca a Dios con simplicidad y lo contempla en todas las cosas.

La caridad que purifica

Fragmento:

“La caridad cubre multitud de pecados.”

— 1 Pedro 4, 8.

Reflexión:

El amor verdadero hacia el prójimo no solo beneficia a quien lo recibe, sino también al que lo da. Amar con caridad purifica, ensancha el corazón y lo hace semejante al de Cristo, que nos amó hasta el extremo.

La docilidad de María

Fragmento:

“He aquí la esclava del Señor; hágase en mí según tu palabra.”

— Cfr. Lucas 1, 38.

Reflexión:

El “sí” de María cambió la historia. Su docilidad al plan divino nos muestra cómo debe responder el alma creyente: confiando aun en lo desconocido, entregándose sin reservas a la voluntad de Dios.