La fortaleza en la debilidad

Fragmento:

“Cuando soy débil, entonces soy fuerte.”

— Cfr. 2 Corintios 12, 10.

Reflexión:

La verdadera fuerza no está en la autosuficiencia, sino en reconocer nuestra fragilidad y apoyarnos en Dios. Su gracia se manifiesta con más claridad en quienes confían humildemente en Él.

El poder de la humildad

Fragmento:

“Aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón.”

— Cfr. Mateo 11, 29.

Reflexión:

La humildad no humilla, sino que eleva. Al seguir el ejemplo de Cristo, descubrimos la grandeza de servir y el gozo de no buscar otra gloria que la de Dios.

La humildad, llave del cielo

Fragmento:

“Aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón.”

— Cfr. Mateo 11, 29.

Reflexión:

La humildad es la base de toda virtud, porque nos coloca en la verdad: Dios es el Señor, y nosotros sus siervos. El humilde no se exalta, pero tampoco se desprecia; sabe que todo bien procede de Dios, y en Él confía. Con esta llave se abre la puerta del Reino.